Revenko Aliona Nikolaevna, de nacionalidad uzbeka, fue deportada a su país después de siete meses de encierro en el albergue de la Dirección General de Migración, aquí en Guatemala.
Leí de este caso hace ratos y pensé: ¿Qué tal si hubiera sido chapina? ¿Qué tal si en vez de estar detenida en Guatemala, lo hubiera estado en California, o Arizona? ¿Qué tal si en vez de ser deportada a Uzbekistan, hubiera sido regresada a Chapinlandia?
¿Por qué es que las autoridades guatemaltecas tratan a los migrantes de otros países de la misma forma en que no quisieran que se trate a los migrantes chapines en México, o en los Estados Unidos de América?
Por cierto, acabo de ver el documental De nadie, acerca del paso de los migrantes centroamericanos por México. Está en Take One, la tienda de vídeos de Futeca, en la zona 14. De verdad que parte el alma y es muy recomendable.