En febrero de 2003, el sargento Obdulio Villanueva, que se hallaba en prisión por su supuesta vinculación con el asesinato de Juan Gerardi, fue asesinado brutalmente durante un motín espantoso; y en febrero de 2007, cuatro policías sindicados de haber participado en el asesinato de tres diputados salvadoreños fueron asesinados en la cárcel de El boquerón.
De aquello me acordé cuando leí que las nueve personas aprehendidas y sindicadas de pertenecer a la estructura criminal que se presume que asesinó al abogado Rodrigo Rosenberg el 10 de mayo, ya se encuentran recluidas en el Centro Preventivo de la zona 18 y se hallan protegidas por tres anillos de seguridad.
Ojalá que en esta ocasión no se repitan la historia del caso Gerardi, ni la del caso de los diputados salvadoreños. La administración de Los Colom ¡debe garantizar la vida y la integridad de los nueve sindicados por el caso Rosenberg! y las de cualquiera que pueda aportar pruebas que permitan llegar hasta los autores intelectuales de aquel crimen.