Mustafá Kemal fue el primer presiente de Turquía y se la conocía simbólicamente como Atarürk o padre de los turcos. Juan Verdaguer, un cómico finísimo del siglo pasado, contaba que cuando había ido a los Estados Unidos de América había visto muchos letreros que decían, aquí durmió George Washington; y que él había pensado que con razón le decían El padre de la patria.
En nuestros días, el que se pinta como un Padre de la patria, en Paraguay, es el ex obispo católico y actual presidente socialista, Fernando Lugo. Tanto él como la Iglesia que dirigía
sabían que era posible que fuera el padre de por lo menos dos niños y ahora está en entredicho.
Claro que Lugo no es el primer sacerdote católico que hace caso omiso del voto de castidad; pero sin duda sí es el primer ex prelado y Presidente que, por esa causa, debe ser llamado Su Paternidad, en vez de Monseñor, o Su Excelencia.