Como un niño en la proximidad de su cumpleaños, así estoy en espera del estreno de Atlas Shrugged part 1, la película basada en la novela homónima por Ayn Rand, este 15 de abril próximo.
Atlas Shrugged ha influido en mi vida desde que mi abuela me regaló la novela. En mi adolescencia me enseñó el valor de la razón y el de la consistencia. Me enseñó la importancia de no sacrificarle el mundo a los peores. Me enseñó que el estado natural del hombre es una postura erguida, una mente intransigente y un paso vivaz capaz de recorrer caminos ilimitados. ¡Y ahora podremos ver la película!
Esta es una película muy esperada porque la obra en la que se basa es extraordinaria. Allá por 1991, The Book-of-the-Month Club hizo una encuesta y de ella resultó que el libro que más había influido en los lectores que participaron, después de La Biblia, había sido Atlas Shrugged. En el contexto de la crisis económica mundial, el libro estuvo en los primeros lugares de venta, en Amazon.com, debido a que estaban –y están– ocurriendo cosas y situaciones descritas en la novela.
En el capítulo VIII, de la tercera parte de la novela, se menciona a Guatemala. “La República Popular de Guatemala” –escribían los periódicos el 26 de enero– “rechaza el pedido de los Estados Unidos de un préstamo de mil toneladas de acero”, escribió Rand.
El libro y la peli son thrillers que relatan la decadencia de Occidente como consecuencia del excesivo intervencionismo de los políticos colectivistas y los saqueadores que los patrocinan y/o que son su clientela. Los políticos colectivistas, por supuesto, piensan que toda actividad económica debe estar regulada y sometida a impuestos elevados. Por otro lado, los no-saqueadores son emprendedores, dirigentes políticos y sindicalistas, empresarios e intelectuales que piensan que la solución para la decadencia está en todo lo contrario. Entre los empresarios, científicos e intelectuales surge un movimiento de protesta que se expresa en una huelga acompañada de sabotajes y desapariciones misteriosas… y no cuento más, para no estropeársela a quienes no la han visto.
La peli es controversial porque Atlas Shrugged es una obra monumental y compleja difícil de llevar a la pantalla; y hay muchas expectativas alrededor de ella. En el sitio Web de la peli, en www.atlasshruggedpart1.com hay una escena que me tiene convencido de que los cineastas sí lograron captar la filosofía y la estética de Rand. Y el casting es perfecto.
Esta columna fue publicada en El Periódico.