Si alguien me preguntara que cuál es mi “música clásica” favorita, sin pensarlo dos veces contestaría que la música barroca. Bach, Vivaldi, ¡Por supuesto! El viernes me dí gusto con Ensemble Música Aeterna, de Eslovaquia, presentado por la Organización para las Artes Francisco Marroquín.
El programa incluyó la Obertura en si bemol BWV 1067, de Bach; el Laudate Pueri, salmo 112 RV 60, de Vivaldi; y que no conocía: el Concierto Polaco, de Teleman y el Concierto en sol bemol, op. 3 nr. 2, de Geminiani.
Las solistas, Ana Mihalyová, soprano, y Martina Mernásková, en la flauta fueron magníficas. Y yo nunca había oído los sonidos de un clavecín y de una teorba en vivo. Esto último me gustó mucho porque yo no conocía la teorba; y porque he oído grabaciones de clavecines, más nunca lo había oído “en persona”.