Una calavera de cristal de roca, similar a las presentadas en la película Indiana Jones en el reino de la calavera de cristal, es propiedad del Museo Popol Vuh, de la Universidad Francisco Marroquín y a petición del público se halla nuevamente expuesta. El año pasado llevé a dos de mis sobrinos a verla y se lo disfrutaron mucho.
El cráneo en cuestión es de cristal de roca y muestra rastros de cinabrio. Este mineral rojo, era usado por los mayas para la protección de tumbas por su alta toxicidad; y simbolizaba la sangre, por su color.
En contextos aztecas y toltecas era común guardar cráneos como trofeos de guerra. Por ejemplo, la diosa Cuatlicue o La de la Falda de Serpiente, se muestra adornada con calaveras y otras partes humanas en su cuerpo. Los primeros españoles que tuvieron contacto con los habitantes del continente americano observaron que en muchos edificios estaban ornamentados con calaveras colgadas, y en la colección del Museo Popol Vuh, muchas urnas funerarias están decoradas con cráneos descarnados. Los sacerodotes Xipe Totec se cubrían a sí mismos con la piel de sus víctimas y en la colección de Museo pueden ser observadas piezas con esta característica macabra. La prestigiosa revista Archaeology, en su edición de mayo/junio de 2008, publicó un reportaje sobre la leyenda de los cráneos de cristal.
Por falta de la tecnología adecuada, la calavera de cristal del Museo Popol Vuh no ha sido estudiada a profundidad; y como muchas otras calaveras similares, esta no fue encontrada en contexto arqueológico. Llama la atención, sin embargo, que tiene agujeros, debajo de la mandíbula, que son demasiado perfectos, lo que no corresponde a la capacidad tecnológica de la época en la que se supone que fue elaborada.
En el mundo hay varias calaveras similares. En el Museo de Arqueología de México hay una adornada con turquesas, y más de una circula en exhibiciones y ferias como objetos con poderes sobrenaturales y curativos. Las hay de cristal de roca; pero también hay falsificaciones, tan evidentes, que son de vidrio y de acrílico. De una de las más famosas se cuenta que fue encontrada por un arqueólogo en un templo de Belice, en la selva; sin embargo, no falta quien diga que la compro en una subasta en Europa. En el Museo Británico hay otra que se supone que fue elaborada en el siglo XIX. También el Museo del Hombre, en París; y la Smithsonian Institution, cuentan con calaveras de cristal.
De las calaveras se cuenta que hay 13; y que el día en que se reúnan, todas, su energía positiva evitará que ocurra el cataclismo que –según una leyenda– está previsto para diciembre de 2012.
La calavera del Museo Popol Vuh forma parte de la colección que le dio origen al mismo y que fue propiedad del coleccionista Jorge Castillo, antes de que él lo donara a la UFM en 1977. En junio de 2008 estuvo expuesta al público y ahora, en vacaciones, estará expuesta de nuevo.
El Museo Popol Vuh se encuentra en el campus de la Universidad Francisco Marroquín, 6 calle final, zona 10. La admisión es de Q35 para adultos, y de Q10 para niños de 10 a 12 años; para estudiantes con carné es de Q15. Estacionamiento, Q12 por hora.