Para mí es un honor intervenir como parte del grupo de garantes de la liberación de reos de las FARC, dijo la Premio Nobel, Rigoberta Menchú, cuando creyó que iba a participar en ese proyecto. Empero, como del plato a la boca, se cae la sopa, y como no hay que contar los pollos, antes de que revienten los huevos, ahora resulta que siempre no; y que el gobierno de Colombia desestimó la participación de la guatemalteca Menchú y del vicepresidente ecuatoriano Lenin Moreno.
FARC
03
Jul 08
En celebración de la liberación de los rehenes en Colombia
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, tienen en su poder a más de 700 rehenes; pero, ayer, el presdiente colombiano Alvaro Uribe y el ejército de aquél país, rescataron a un grupo importante de ellos, entre el que se cuenta la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.
Las FARC son una guerrilla marxista particularmente sanguinaria e inescrupulosa capaz de hacer cosas tan repugnantes como tener rehenes durante más de 6 años, encadenarlos en la selva, exponerlos a enfermedades, y -por supuesto- de someter a las familias de los detenidos a sufrimientos innombrables.
¡Ya hace ratos que se merecían un golpe así de duro! Pero claro, se necesita un gobierno con autoridad moral -como el de Uribe- para poder reaccionar así, organizar el rescate y hacerlo con éxito. ¡Yo celebro la liberación de estos rehenes y la humillación de las FARC!; como celebro, también, que los carroñeros Hugo Chávez y Rafael Correa no hayan tenido parte alguna en este asunto.
Coincido, sin embargo, con un artículo de Alexander Torres que ha circulado mi amigo Carlos Sabino: La sociedad colombiana debe cuidarse de las reacciones políticas y judiciales con las que la izquierda vengará su derrota. Si la sociedad colombiana se descuida -como ha sucedido en otros países-, puede suceder que “los mismos militares que ahora son aplaudidos, sufrirán la más brutal persecución mediática, política y judicial que los terminará condenando. La izquierda reclamará memoria pero sepultará en el olvido el sufrimiento de las verdaderas víctimas del terror guerrillero. Esa misma izquierda invocará la verdad y oficializará la más descarada mentira que le prepararán historiadores mercenarios. Todo será bajo el disfraz de la justicia para que el rencor y la venganza se abran camino hasta que militares y policías terminen tras las rejas”, advierte Torres.
06
Mar 08
No, a la guerra
¿Quién, con dos dedos de frente, puede querer una guerra? La guerra “es destructora y aniquiladora…es un mal que perjudica a todos, al vencedor y al derrotado”, observó sabiamente Ludwig von Mises en Nation, State and Economy. Y en The Economics of War, advierte que la guerra “es terriblemente cruel; no perdona a los infantes ni a la mujer gestante; no discrimina en cuanto a matar y destruir. No respeta los derechos de los neutrales. Millones de personas son muertas, sometidas a esclavitud, expulsadas de los países donde nacieron y vivieron sus antepasados durante siglos. Nadie puede predecir que pasará en el próximo capítulo de esa lucha interminable”.
Yo sugiero que el conflicto que se gesta en Suramérica debe ser separado de los contextos nacionales. Como veo las cosas, aquel no es un enfrentamiento entre Colombia y Ecuador, con la participación entusiasta de Venezuela. Ni es uno entre colombianos, ecuatorianos y venezolanos. Una dimensión más amplia y profunda lleva a pensar que este es un encontronazo más entre las pretensiones de dictadura y el estado de derecho; entre el terrorismo y el derecho. Entre Correa-Chávez-Marulanda, y la gente decente.
Va a ser un error tremendo si el conflicto es analizado y entendido a niveles nacionales, sin tomar en cuenta los detalles y matices que sí importan. Si es malo que un ejercito penetre en territorio ajeno sin permiso, es inmensamente inmoral que un estado le de protección y resguardo a bandas de narcoterroristas, como son las FARC.
Por supuesto que no estoy a favor del pacifismo abúlico que permite la abundancia de tiranos y dictadores; pero la guerra debe ser evitada hasta el último momento, sobre todo cuando no es para defender la libertad y sólo podría servir para favorecer la megalomanía de gente como Hugo Chávez, o Rafael Correa.
05
Mar 08
Chávez y las FARC
Este post es para JCAB y para los que no creen que Chávez y las FARC están vinculados.
04
Mar 08
¿En qué colchón brincan las pulgas de quién?
¡Hasta la victoria siempre!, socialismo o muerte. Así dice la fotografía que nos muestra hoy el diario guatemalteco Siglo Veintiuno en su carátula. No debe sorprendernos que abajo diga El Salvador Chavista y que la foto del orate esté incluida también.
Lo de orate, claro, es sólo un decir para faltarle al respeto adecuadamente; porque parece evidente que Hugo Chávez sí sabe bien lo que está haciendo, y parece evidente que la palabra muerte está en sus planes.
En medio de la ineptitud de su administración, de sus problemas internos y de la caída de su aceptación pública, no es extraño que los dictadores y los aprendices de dictadores acudan a la guerra o a la amenaza de guerra para distraer y para ganar tiempo. Total, para la gente como Chávez, los persona són sólo medios para alcanzar otros fines.
Que Bachelet, Duarte, Kirshner y los de su clase azuzen las posibilidades de un conflicto bélico en suramérica no me extraña; pero lo que procede es llamar a la calma, rechazar la cultura de la muerte y, en su momento, condenar al vesánico Chávez y a sus consentidas, las FARC.
A mí me molesta mucho que Chávez tenga por héroes a esos secuestradores, asesinos y terroristas que son los miembros de las FARC. A mí me molesta mucho que los miembros de las FARC corran como ratas a esconderse en Ecuador (como hacían los de la URNG en México) y que en Correa encuentren a un protector para sus fechorías (como los de la URNG lo recibían de López Portillo).
Con todo y todo, este es el momento para saber en qué colchón brincan las pulgas de quién.
07
Ago 07
Uribe ha de estar para "ver…gansos"
Oscar Berger y Alvaro Uribe firmarán, el jueves, un tratado de comercio; pero hoy amanecemos con la novedad de que el ex ministro de la Defensa de Guatemala, Francisco Bermúdez, deberá aclarar cómo es que más de 5 mil fusiles y ametralladoras del Ejército guatematleco fueron negociados y luego terminaron en manos de traficantes de armas, para luego ir a parar a Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Mi tía abuela, La Mamita, supondría que Uribe ha de estar “como ochenta mil jicaques”; y yo supongo que está “para ver…gansos”. Nadie sabe para quién trabaja, ¿verdad?