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May 09

¡Como me gustan las pizzas!

La mera verdad es que no recuerdo cuándo y de dónde comí mi primera pizza; pero podría apostar a que fue c. 1970 y que era de Ovopast, la pizzeria y rosticeria que quedaba en la zona 9, junto a donde entoces estaba el Supermercado La Puerta del Sol y donde ahora hay una tienda de equipo eléctrico.

Con mis padres salíamos del supermercado y pasábamos comprando una pizza que comíamos en casa. No muy lejos de esa fecha, debo haber probado la de Vesubio, que íbamos a comprar a su restaurante original en la zona 4, que todavía existe. Generalmente, cuando levaba pizza, mi padre cantaba una canción de Dean Martin que decía: When the moon hits your eye/like a big pizza pie/ that´s amore. Y a principios de los 90 también me gustaba mucho la de hongos de un lugar que ya no existe y que se llamaba Boloña.

A mí, las pizzas me atraparon desde aquellos primeros momentos. Aunque no hago la masa, me gusta mucho pensar en las combinaciones y tengo mis favoritas. Aveces las hago con salsa, y aveces las preparo con tomates rodajados. Mis preferidas, que elaboro en casa son: la de anchoas, que he descubierto que si uno mezcla las anchoas con el mozzarella, en vez de sólo esparcir los pececillos, es mejor; ahora que es temporada la de flor de izote y la de lorocos (que, por recomendación de mi amiga Marialys, esta última es mejor con queso ricotta, que con mozzarella); me gustan mucho la que hago con hongos Shitake y la de aceitunas negras; y también una con hojitas de berros. Sobre mis pizzas, aveces me gusta esparcir finas rodajas de aguacate.

En la ciudad de Guatemala, mis pizzas comerciales favoritas, en orden descendente, son: cualquiera de Pasta e Basta; la Enzo, del Vesubio de la carretera a El Salvador.

La de la foto fue mi almuerzo de ayer: mitad lorocos y mitad Shitakes.