Si el informe que presenta la comisión pesquisidora del Congreso va en el tono de que no se evidencia que Jimmy Morales haya tenido participación directa en el financiamiento ilícito del partido oficial; pero que igual recomienda que el Congreso discuta su antejuicio y le retire la imunidad, ese gallo/gallina es material para el infierno, de Dante Alighieri, en La divina comedia.
Ante las puertas del infierno, entre otros, se encuentran -entre lamentos de dolor y de ira- las gentes que vivieron sin gloria, ni infamia, mezcladas con los ángeles que no se rebelaron contra el dios cristiano; pero no por lealtad, sino para evitar las consecuencias de tomar partido en la lucha entre el bien y el mal. El cielo los rechaza porque no hicieron algo bueno y el infierno los rechaza porque no hicieron algo malo. Su tormento es que nadie se acuerda de ellos, no tienen esperanza de morir y no tienen nada que hacer en sus pobres vidas, desdeñados tanto de la justicia como de la compasión.
Mientras tanto, se cuentan con los dedos de las manos los miembros de los grupitos que presionan para remover al Presidente, sustituirlo por el Vicepresidente, para luego remover a este e imponer nuevos Mandatario y Vicemandatario de su gusto y a dedo -sin pasar por comicios-; a pesar de su irrelevancia y de su falta de representatividad, sus semillas germinan y avanzan en sus propósitos porque cuentan con el apoyo de los procónsules en las zonas 10 y 14. Todo en detrimento del sistema republicano y del orden constitucional.
Este es momento para recordar las palabras del jurista Francisco Fonseca Penedo, exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia: Es preciso llegar a la conclusión de que el Tribunal de Antejuicio deberá declarar sin lugar la solicitud, aunque haya plena comprobación de que le funcionario es culpable del delito, si su procesamiento pudiera causar al estado un daño mayor que el causado al agraviado por el delito…y en este caso no hay plena comprobación de que el Presidente estuviera involucrado en las irregularidades y financiamiento ilícito en el que hubiera ocurrido el partido que lo postuló en las elecciones pasadas. Lo dijo el Presidente de la Pesquisidora : No hay evidencias.
Más, aún, la Pesquisidora estaba consciente, de que el orígen del proceso es de naturaleza política.
Dicho lo anterior, esta es una manifestación de la semana pasada:
Y esta es la manifestación de ayer:
Estos grupitos ahora tienen la prudencia de esconder las banderas rojas y las efgies del Che Guevara; pero siguen siendo tan pocos. Tan…nada.
¿Por qué, entonces, es que los diputados ceden ante sus presiones? Las que hay ahora no son las manifestaciones representativas y masivas de 2015. ¿Qué fuerzas formidables intimidaron a los diputados? ¿Siguiera se necesitaron fuerzas formidables?
Ilustración por Gustave Doré (1832 – 1883) [Dominio público], via Wikimedia Commons.