Si el CEO de una empresa, de un banco, o de un fondo de inversiones privado despilfarrara 400 millones de euros, ¿qué pasaría judicialmente y mediáticamente? Voy a aventurarme a decir que sería condenado con dureza, con mucha dureza, y sería mediáticamente expuesto enchachado, cuando no sería mediáticamente linchado. Pero…¿qué pasa cuando una burócrata internacional -sobre todo si es mujer- es hallada culpable de negligencia en un importante desvío de dinero de los tributarios franceses? Es declarada culpable; pero no se le aplica una pena y su condena no tendrá mención alguna en su registro penal. Además, el Fondo Monetario Internacional, organismo que Christine Legarde dirige ahora, le dio una licencia ; y no hubo necesidad de que estuviera presente en la lectura de la decisión judicial.
No digo que los estafadores del sector privado no deben ser perseguidos y procesados, o que no deban ser expuesto (¡Claro que sí!); pero ¿no te parece evidente que hay una diferencia de trato cuando se trata de burócratas y políticos?
Estas cosas lo ponen a pensar a uno. En Guatemala, ¿cuántos casos de corrupción de funcionarios estarán vigentes el año que viene y cuántos no? ¿Cuántas condenas terminarán en burlas a la justicia? ¿Cuántos de los que están presos actualmente no deberían estar ahí?
Foto por World Economic Forum from Cologny, Switzerland (World Economic Forum Annual Meeting Davos 2007) [ CC BY-SA 2.0