Para celebrar su aniversario 96, la Fuerza Aérea Guatemalteca organizó un espectáculo aéreo, y tuve la suerte de ver los aviones pasar frente a mi balcón.
Desde que era niño me gustaban este tipo de espectáculos. Mi padre nos llevaba cuando podía, ya fuera a ver los de la FAG, o cuando venían los cuando venían los Blue Angels. Mi padre también nos llevó a la torre de control del aeropuerto viejo y a ver aviones en la pista. Yo gozaba todo, con excepción del ruido; pero me gustaban tanto las aeronaves que aguantaba esa molestia.
Ayer me gocé dos cosas, cuando las naves pasaban silenciosas y las seguía el ruido, porque habían roto la barrera del sonido; y las exclamaciones de los niños del apartamento de abajo. Los chicos gozan especialmente este tipo de cosas.