Así quedó el Nacimiento que pusimos en casa hoy. A mi me gusta que esté bien iluminado y que incluya manzanillas, chichitas, gallitos y barba de viejo.
Además le añado la tortuga que yo tocaba cuando era niño, con los chinchines y guacales que amenizaban la festividad.
Hay dos Niños, uno que es parte del Misterio que nos hizo la Tía Paty y otro que me regaló mi abuela Frances.
Cuando yo era niño, en la casa de mi abuela Juanita se ponían dos nacimientos, uno era el de los adultos que básicamente era un Niño antiguo de mi tía abuela, La Mamita, acompañado por pastores y ovejas. El divertido era el de los niños en el cual se usaba el “embreyado” tradicional, con aserrin de colores, ranchos, ovejas, pastores, lago, río, cisnes, árboles y animales diversos.
El de mi abuela Frances también era con “embreyados”, grande, lleno de accidentes geográficos, de personajes y de animales y plantas variados.
En casa de mis padres generalmente no se ponía un Nacimiento muy complejo. Durante un tiempo pusimos el tradicional de los niños en la casa de la abuelita Juanita; pero luego se fue reduciendo a Niño, ovejas y pastores. Ahora sólo es Niño y pesebre. Pero queda muy sobrio y elegante.
Ahora ya ni se consiguen “embreyados”. Estos eran sacos de brin cubiertos con brea y secados. En ellos se adhería el aserrín de colores mediante el uso de un engrudo preparado con agua y harina. Ahora he visto que, en vez de “embreyados”, la gente usa un tipo de papel grueso como papel de envolver o de embalaje, o del que se conoce como papel Kraft.
De todos modos, alguna vez, me gustaría hacer un Nacimiento con “embreyados”.