“Woke”

 

Las turbas woke la agarraron contra Peter Veliz y Manuel Villacorta.  El primero es un influencer que se fue a vacunar a Miami.  El segundo fue candidato del partido fundado por Rigoberta Menchú y usó la frase el chinito para referirse a los chicos que atienden tiendas misceláneas.  Uno recibió odio inmerecido; y el otro conoció la naturaleza de su clientela electoral.

Lástima que no haya traducción para “woke”.

La ilustración la tomé de Facebook.

Ser woke es ser hipersensible a cualquier supuesta injusticia relacionada con las identidades colectivas. Según el punto de vista woke, la identidad de una persona no está determinada por sus elecciones, sus acciones y sus convicciones; sino por su raza, su género y su orientación sexual. Ser woke no significa simplemente oponerse al racismo, al sexismo y demás; significa abrazar una ideología particular. Si te opones al racismo y al sexismo, y no abrazas esa ideología, no eres woke, sino que eres parte del problema; así lo explica Michael Dahlen en A Woke New World.

La ilustración la tomé de Facebook.

Quizás te preguntes si los activistas woke no están, simplemente, pidiendo un trato igualitario para grupos marginados.  ¿No es su objetivo loable combatir el odio, los prejuicios y la discriminación…? El movimiento por la justicia social puede parecer noble porque aparentemente toma el lado correcto de un problema legítimo. Pero esta es una fachada. El problema con el movimiento es que redefine ilegítimamente conceptos básicos, proclama narrativas falsas y vende una ideología tóxica. Proyecta un aura virtuosa y brillante que enmascara un núcleo podrido y corrupto, dice Dahlen.

La ilustración la tomé de Twitter.

La cultura woke demanda una purga y ha infectado la mayoría de instituciones, no sólo en los Estados Unidos de América, donde nació, sino en otras partes del mundo -incluida Guatemala-. Ha infectado las artes y la educación, el periodismo y las empresas, las redes sociales virtuales y los deportes.  En ese ambiente, Dahlen nos recuerda que el único antídoto para una filosofía corrupta e irracional como la del movimiento woke es una filosofía racional, apoyada en la razón, la lógica, la objetividad y el libre albedrío. ¿Qué opinas?

Columna publicada en elPeriódico.

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