Según Jorge Mario Bergoglio las empresas no deben existir para ganar dinero, sino para servir. El titular de la noticia en la que lo leí dice que es La última del Papa; pero lamentablemente no es así. Posiblemente sea la más reciente…y sin duda habrá más, y más.
La frase completa, citada por la Radio Vaticana es más ominosa: Las empresas no deben existir para ganar dinero, incluso si el dinero sirve para mediar su funcionamiento. Hay gente que dice que la prensa tradicional saca de contexto lo que dice el dirigente católico; pero está claro que no.
Si eres empresario y ganas dinero con tu emprendimiento estás del lado del mal, quizás del lado del demonio ya que el dinero -según Bergoglio- es el estiercol del diablo. Bergoglio dio aquellas declaraciones en la Uniapac, una asociación de empresarios católicos.
Servir en este contexto es atender necesidades y carencias de otros. De modo que los empresarios católicos deben preguntarse si sus empresas existen para atender necesidades y carencias de otros y el dinero que obtienen en ese proceso es excremento; o bien, si existen para para ahorrar y para pagar la amortización de la casa, el colegio de los hijos, la mensualidad de automóvil y esas cosas, mediante la atención de las necesidades y carencias de otros, mediante el intercambio de valor por valor y mediante la productividad.
Los empresarios que viven con más cosas de las que necesitan, sabiéndo que hay personas que viven con menos de lo que necesitan, ¿son corruptos adoradores del dinero? Los empresarios que les cobran a los pobres y obtienen ganancias, ¿son corruptos adoradores del dinero? ¿No sirven, los empresarios que cobran y lucran?
¿De dónde saca Bergoglio las ideas sobre el dinero y la empresarialidad? Quizás de su propia cosecha, o tal vez de Juan Garbois que es gran amigo y hombre de confianza del Papa Francisco desde que era arzobispo de Buenos Aires; y luego, en Roma, el Santo Padre lo ha nombrado asesor del Consejo Pontificio de Justicia y Paz del Vaticano, encargado de la organización de los “Encuentros de los Movimientos Populares”. El dirigente popular es un declarado militante marxista, promotor de agitaciones en barrios periféricos e industrias de Buenos Aires y un gran admirador de Hugo Chávez. Es co-fundador del “Movimiento de Trabajadores Excluidos” y forma parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) en Argentina.
Juan Grabois no oculta su admiración por la Revolución Rusa de 1917 y su gestor, Vladimir Lenin, constata con satisfacción la expansión del comunismo por el mundo durante muchos años y destaca como hitos históricos las revoluciones de Mao Tse Tung, Fidel Castro y el Ché Guevara. Ansioso por ver una sociedad sin clases, considera la rebelión zapatista de 1994 y el movimiento bolivariano de Hugo Chávez como los preanuncios señeros de la marea popular anticapitalista que se avecina para este siglo XXI.