Me esperé unos días para publicar estos comentarios porque supuse que, en algún momento entre el 9 de mayo pasado y hoy, iba a haber algún tipo de reacciones por parte de la Procuraduría de los Derechos Humanos, o la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, o de alguien así…pero no las hubo. Lo que hubo fue silencio y un Esto no es conmigo.
Durante los bloqueos del 9 de mayo pasado, organizados por el Comité de Desarrollo Campesino y otros grupos fueron notorias dos mantas con los siguientes mensajes:
- Los judíos asesinaron al señor Jesucristo ahora nos quieren asesinar con la energía eléctrica.
- Los judíos me mataron en la cruz, ahora los judíos de Energuate están matando a mi pueblo de Guatemala con la luz. (“Hay de vosotros judíos hipócritas que violentais la justicia y el derecho de los pobres”, Mt. 23:23) ¡Fuera Energuate judía de Guatemala! ¡Vamos por la nacionalización de la energía eléctrica!
Si las demandas para la estatización de la energía eléctrica (o sea el retorno del control de la producción, transporte y distribución de aquella forma de energía a manos de políticos y funcionarios) ya es escandalosa, ¿qué tal el antijudaísmo? Eso es una novedad de parte de la dirigencia popular y en particular de la dirigencia de Codeca; pero no es una novedad en la historia. Un artículo en Redes cristianas, justifica el uso de aquellos mensajes.
El antisemitismo, en sentido amplio del término, hace referencia a la hostilidad hacia los judíos basada en una combinación de prejuicios de tipo religioso, racial, cultural y étnico. En sentido restringido, el antisemitismo se refiere a la hostilidad hacia los judíos, definidos como una raza no como un grupo religioso, concepción moderna que habría surgido a mediados del siglo XIX como una derivación del racismo y del nacionalismo diferenciándose así del “antisemitismo religioso” anterior, que algunos historiadores prefieren llamar antijudaísmo, y cuya expresión más desarrollada sería el antijudaismo cristiano.
Durante siglos los cristianos acusaron a los judíos de que eran el “pueblo deicida”, el responsable de la muerte de Jesucristo en la cruz, y durante siglos, en las ceremonias del Viernes santo, se invitó a los fieles cristianos a rezar “pro perfidis Judaeis”. La frase significaba textualmente “oremos por los judíos que están apartados de la fe verdadera”, pero siempre se le dio otro sentido, el de la prefidia que -según ellos- caracterizaba al pueblo judío en su conjunto. Hubo que esperar casi dos mil años para que Angelo Roncalli, en 1959,ordenara que ya no se rezara el “Oremus pro perfidis Judaeis” en las iglesias católicas.
El Holocausto tiene sus raíces repugnantes parcialmente en la idea de que el pueblo deicida merecía castigo. En San Juan la laguna, los buenos cristianos echaron a un grupo de judíos aparentes al grito de ¡Ustedes mataron a Jesús! Y esa es la herencia que Codeca y sus dirigentes han recogido y utilizado durante la serie de bloqueos que organizaron el 9 de mayo pasado.
Si la Procuraduría de los Derechos Humanos y la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala no se sienten moralmente llamados a condenar y reprender los mensajes de odio, divisionismo y violencia potencial que ahora usa la dirigencia de Codeca, si las mismas organizaciones populares y campesinas que protestan contra el racismo y la discriminación no ven moralmente objetable el antijudaísmo, ¡sí sorprende! que mucha de la sociedad guatemalteca haya dejado pasar esos mensajes inadvertidos.
¿En tu iglesia fueron condenados aquellos mensajes de odio y violencia? ¿Qué tiene en mente la dirigencia de Codeca? ¿Qué piensas tu?
Las fotos las tomé de Facebook.
Señor Anibal Ruiz, ¿ en qué documento histórico aparece que los primeros cristianos querían quedar bien con los romanos???? Según la historia, los primeros Cristianos fueron perseguidos y martirizados por los romanos, y fue hasta que el emperador era Constantino I en el año 313 que se autorizó el culto cristiano. No le agreguemos mas mentiras a la historia por favor.
Insisto en la doble moral de estos terroristas, y que al final no entienden nada, y repito: sus mejores aliados son la prensa poco ética y las ONGs de (supuestamente) DDHH que deberían estar oponiendose a discursos de odio