¿Lo escuchas?…¿No? ¿Lo oyes? Ahí está…Es el silencio ominoso y vergonzoso de Rigoberta Menchú -Premio Nobel de la paz- y de otros campeones chapines de los derechos humanos. Admiradores de Chávez, del chavismo y de Maduro. Mientras que los venezolanos luchan en las calles y mientras que la sangre de los mártires está fresca, ¿dónde está Menchú? ¿Dónde está la comunidad oenegera?
Tal vez piensen que no es cosa de ellos lo que ocurre en Venezuela. Eso se justificaría entre los dirigentes de parroquia; pero…¿y Menchú? Ella es Premio Nobel de la paz. Eso le da talla internacional. ¿Por qué tanto silencio?
Ominoso y vergonzoso es su silencio.
La foto la tomé de Facebook.
Pero no fueran sus amigos revoltosos criminales bochincheros y provocadores porque andaría recogiendo “evidencia” frente a las cámaras de televisión. Por eso ya nadie le cree, ya nadie la quiere y nunca nadie votó por ella, porque de paz, nada. Quizá tendrá una camarada cercana que se apellida dos veces igual.
¿Cuándo le ha interesado a ella otra cosa que no sean viajes, lujos y aparentar lo que no es? Problemas de fondo, no gracias. Mucha molestia. Es una vergüenza nacional, como la colocha despeinada.
Bien lo dice el dicho: “Quien mucho habla, poco hace”.
Asi son todos esos de izquierda, son buenos para inventarse y repetir hasta no porder mas lo de las dictaduras militares (que no las hubo después de Ubico), pero cuando uno de los suyos se queda por mas de medio SIGLO, ni pio, les encanta quedarse en el poder, ya sea en la mera guayaba o en el ministerio público.