Leo que unos chalecos antibalas adquiridos “hace algunos años” por la Policía resultaron no ser efectivos; y me pregunto que cómo sabrían las autoridades que no son buenos los chalecos. Yo espero, de verdad, que no haya sido porque varios agentes murieron acribillados con los chalecos puestos. Espero, de verdad, que haya sido porque recién los pusieron a prueba, antes de poner en riesgo las vidas de los agentes.
¿Sabe qué?, a mí, en este tipo de noticias, me gustaría saber en qué fecha exacta fue la adquisición, y los nombres del que hizo la venta, del que hizo la compra y del que entonces era jefe de la Policía.
Esta entrada fue publicada en Buzón 21, del diario Siglo Veintiuno, el 1 de marzo de 2009.
Luisfi, querido, coincido absolutamente contigo.Por otra parte, me dejaste intrigada con tu historia de García Márquez, a ver cuándo me la contás.
BUENA TARDE COINCIDO CON TODA LA INFORMACION QUE HAS COMPARTIDO EN TU BLOG. TE FELICITO ES EL QUE MAS INTERESANTE ME HA PARECIDO.