Los votos de 104 diputados, cuyos nombres habría que saber, hicieron posible que el Congreso aprobara la Ley de Frecuencias Televisivas que impide a los canales 9 y 5 asignados al Legislativo y a la Academia de Lenguas Mayas respectivamente, vender espacios publicitarios a los partidos políticos, y tener pautas comerciales. Dicha normativa asegura el monopolio atrificial de los canales de televisión abierta, propiedad de Ángel González.
Adicionalmente, la regulación garantiza que el canal de la ALM será prespuestaria y políticamente dependiente de quien tenga la facultad arbitraria de asignarle y entregarle los fondos que necesite para su funcionamiento.
A los tributarios también nos metieron un gol, ya que tendremos que cargar con los costos de ambos canales, uno de los cuales estará al servicio de los diputados, a quienes tanto aprecio, respeto y confianza les tenemos.
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This entry was posted on miércoles, noviembre 5th, 2008 at 1:13 pm and is filed under Angel González, Congreso, indigenismo, monopolios, privilegios.
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