La iniciativa de ley que prohibe comercializar publicidad en TV Maya es una trampa. Una trampa mortal.
Si la dirigencia indigenista permite que ese cepo le sea colocado a los medios que usufructúan, no sólo estarán contribuyendo a la consolidación del monopolio de la television abierta en Guatemala; sino que, ¡peor aún!, se estarán condenando indefinidamente a depender de las dádivas políticas que les dispensen desde el Ejecutivo.
Si la dirigencia indigenista dobla la cerviz frente a esta pretensión, nunca será independiente. La cuestión aquí, no es de si TV Maya debe ser lucrativa, o no, como pretenden hacer creer los que promueven la prohibición citada. El verdadero problema es que si los canales 5 y 12 no pueden garantizar su independencia económica por medio de publicidad, su independencia editorial y conceptual estará comprometida, siempre a la espera de que se le asignen fondos del Presupuesto del Estado…y que luego, quienes ejerzan la facultad de entregar esos fondos, o no, cumplan con entregarlos, o con entregarlos a tiempo.
Es evidente que si el sostenimiento de TV Maya va a depender de los políticos de turno, la dirigencia indigenista se verá arrinconada cada año fiscal; y tendrá que mantener contentos a los que los proveen de fondos.
No es lo mismo competir por los anunciantes individuales y depender de 10 ó 50 de ellos; que depender de un sólo que, además, es veleidosamente político a la hora de dispensar los fondos que administra.
Si TV Maya acepta la prohibición, dejará de ser un órgano cultural maya, para pasar a ser un órgano político de quienes estén de turno en el gobierno.
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This entry was posted on martes, octubre 28th, 2008 at 2:10 pm and is filed under indigenismo, maya.
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