El 5 de septiembre de 1972 volví del colegio para almorzar y, cuando mis hermanos y yo entramos, mi madre estaba visiblemente consternada y nos contó que un grupo terrorista tenía de rehenes a los atletas israelíes que participaban en la XX Olimpiada, en Múnich.

Pintura que representa una de las imágenes más icónicas del secuestro y asesinato de 11 atletas israelíes en las Olimpiadas de Múnich de 1972. Es la imágen que tengo en la mente de aquellos eventos. “Terrorista” (2013), oleo sobre tela por el artista belga Xavier Tricot. Via Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0.
Nos pegamos a la televisión y al rato llegó mi papá, a quien mi mamá le dio un resumen rápido de lo que estaba ocurriendo hasta el momento. Yo tenía 11 años de edad y recuerdo muy bien lo trágico de aquel día. Por eso, cuando un grupo de colegas me recomendó que fuera a ver la película 5 de septiembre, no lo dudé un segundo.
No solo fui porque recuerdo aquel acto terrorista palestino, sino porque la película está hecha desde la perspectiva del equipo de la cadena ABC que estaba en el lugar y era el único equipo de televisión que estaba transmitiendo en directo. Eso es histórico porque aquellas fueron las primeras olimpiadas transmitidas en directo. Histórico es, también, que aquel acto criminal fue el primero de su naturaleza transmitido en directo.
La peli muestra muchísimas tomas originales y, además, transmite bien, pero muy bien, la tensión y la complejidad de una transmisión en vivo como aquella, para la que nadie estaba preparado y para la cual se toman muchísimas decisiones al pedalazo. En la cual se toman muchos riesgos; y en la cual abundan los dilemas y los problemas éticos. Por cierto, mi personaje favorito fue Marianne Gebhardt, interpretada por Leonie Benesch; pero hay actuaciones estupendas.
Ahora se pueden hacer televisión y coberturas con teléfonos inteligentes, y las comunicaciones son inmediatas y digitales; pero yo todavía hice televisión con camarotas que pesaban como un mal matrimonio y con teléfonos de disco, de modo que la peli me transportó en el tiempo.
Aquel 5 de septiembre de 1972, el grupo terrorista Septiembre Negro, relacionado con la Organización para la Liberación de Palestina, asesinó a 11 atletas y entrenadores israelíes y a un policía alemán. Cinco terroristas murieron y tres, que fueron capturados, fueron liberados después.
Ya sea que recuerdes o no aquel acto criminal, la peli está muy bien lograda y -aunque no es el tipo de película que uno vuelve a ver y vuelve a ver- si es de no perdérsela. Además, actos como aquellos no deben ser olvidados. Porque olvidar es darle la espalda a la historia y a quienes sufrieron el terror.
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This entry was posted on martes, febrero 25th, 2025 at 10:10 pm and is filed under cine, olimpiadas, Palestina, terrorismo.
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