Cuando yo tenía unos tres años les pregunté a mis papás: ¿Los ingleses viven en la inglesia? Y ellos, luego de reírse discretamente me explicaron que No y por qué. Unos pocos años después conseguí una caja blanca, de zapatos, con ella hice un botiquín personal y a en sus lados dibujé una ambulancia, un hospital y un quirófano y escribí: Cruz Roja guatemanteca. No recuerdo si fue mi madre, o mi padre quien tuvo a su cargo explicarme que lo correcto era guatemalteca.
Durante los rezos propios de fin de año, uno de mis hermanos decía El Señor escondido donde había que decir El señor es contigo; y decía Rueda por nosotros donde había que decir Ruega por nosotros ¡Por supuesto que eso causaba mucha risa entre los adultos!…y a los niños también nos divirtió cuando le explicaron y nos explicaron, como iba la cosa.
Yo digo que todos hemos dicho cosas mal alguna vez, ¿cuáles son las tuyas?
¿Por qué les cuento esto? Porque esta temporada, al menos en este espacio, no es para dramas políticos, ni para el tipo de cosas que habrá que comentar en enero de 2024. Podría escribir una columna navideña, pero eso ya lo he hecho en otros años. Voy a compartirles algunos descubrimientos que hemos hecho en casa cuando vemos las producciones en Youtube de algunos creadores de contenido de poray. Los vemos por motivos psicológicos y sociológicos, pero también por motivos recreativos porque no hay día en que no produzcan joyas como las siguientes:
La frase Primero que nada, segundo que nada es usada cuando la primera parte tiene sentido, como en Primero que nada lávate las manos; pero la segunda parte ya no tiene pies ni cabeza porque, bueno, si ya es segundo, ya no es después de nada.
Cuando cantan Feliz cumpleaños a ti, no lo dicen en plural porque sólo se cumple un año, de modo que la canción va Feliz cumpleaño a ti. En ese mismo contexto se canta Despierta, ni bien despierta, en vez de Despierta, mi bien despierta.
No hay que desapartarse es usado en vez de No hay que apartarse.
Lo que pasa es que tenés que aterrizar los pies le dice uno a otro en vez de Lo que pasa es que tenés que poner los pies sobre la tierra y en esa misma conversación se escucha “Ignorantes, ustedes, porque creen en una línea imaginaria” cuando uno está tratando de explicarle a otro lo que es el ecuador.
Cuando una persona no hace algo para disgustar a otra explica que no lo hizo para no hacerle un mal disgusto.
Si hay dudas, alguien dice.
En ese ambiente hay que tener mucho cuidado con la forma en que uno habla porque el otro día una persona le dijo a otra: Yo no te descogí a vos porque no sabés hablar.
Yo sola me estoy volando toda la batuta, dijo, el otro día, una de las participantes porque la habían dejado sola con una tarea.
En mí sigue sonando muy latente, se quejó otra creadora de contenido cuando se quejó de algo que había oído y la había incomodado. Yo trato de decir las cosas despacito para no ofender, respondió su interlocutora. Hasta el son de ahora me siguen diciendo lo mismo. comentó la primera unos párrafos después.
Hay muchas más, pero, ¿cuál es mi favorita? Mero que le dicen, como en Mero que le dicen hay que ver para los dos lados antes de cruzar la carretera; o Mero que le dicen, una de mujer tiene que tener su casita limpia.
Aquellas frases no son nada fuera del otro mundo y hay montones; pero vuelvo a los equívocos que muchos conocemos y hemos cometido.
Hay una ronda de niños cuya letra dice: A pares y nones vamos a jugar; y un cuate entendía A paresinola vamos a jugar; pero como el asunto le parecía incoherente, interpretó que lo que decía la canción era Apareció un ala. Y él, así cantaba la canción..
Hay una canción de Madonna que dice: Señorita más fina; y otro cuate entendía Señorita matutina. Había otra canción noventera que decía: New York, Río, Tokyo; y él cantaba New York, Río, Romio. Una de las que más me divirtió es la historia de otro cuate que, aquel verso de “Pinocho” que dice: Todo esto será en vano, le falta el corazón, a él le sonaba como A todo ser humano le falta el corazón, y así lo cantaba..
En Guatemala, muchos de nosotros hemos cantado Vamos a la vuelta, del toro, Torojil en la creencia de que la canción es acerca de un toro que se llama Torojil; empero, la letra verdadera dice: Vamos a la huerta, del toro, toronjil, siendo el toronjil, una hierba. Es la huerta de toronjiles.
Hay un juego que, originalmente, dice: Un, dos, tres, treinta, luz roja; pero aquí -por lo menos cuando yo era niño- decíamos: Un, dos, tres, treinta, cruz roja.
La más elaborada y compleja de todas es de las iglesieras de La costa sur. Allá hay una canción que dice Derrama una estrella/ divino fulgor./ Hermosa doncella/ nos dio el Salvador. Pues bien, las señoras en cuestión la cantan así: De rama, a una estrea/ divino fulgor/ Hermosa doncea/ nos dio El Salvador; y esto es porque entienden que no es veia, sino vea; que no es feia, sino fea; y que no es seia, sino sea. De ahí suponen que no es estrella (estreia), sino estrea. Por ese mismo motivo, no es doncella (donceia), sino doncea. Y la mara cree que el Salvador, de la canción, es el país vecino.
Ya te conté los míos y los ajenos. ¿Cuáles son tus equívocos al hablar?
Van, para ti y tu familia, mis mejores deseos para que tengan una nochebuena en paz, junto a sus seres queridos, en abundancia y salud.
Columna publicada en República.