Eclipse de Sol, del misticismo a la ciencia

 

Alto Giove es la música que elegí para ver los efectos del eclipse anular de Sol en la ciudad de Guatemala, ayer.  No pude ver el fenómeno en sí porque a última hora me di cuenta de que había perdido los anteojos especiales que, según yo, tenía guardados desde 2017.

Dispuse que ese detalle importante no iba a estropear mi experiencia así que salí al balcón a sentir cómo bajó la temperatura ligera, pero sensiblemente.  En el exterior primero no vi un cambio en la luz, pero luego noté que dentro de mi casa sí se había oscurecido y en la calle, donde daba el sol, sí se notaba un cambio. Aunque los efectos de este tipo de eclipse son sutiles, no es difícil imaginar por qué es que estos fenómenos sobrecogían a los antiguos…y a mi me invitan a pensar en los prodigios que nos rodean.

Esta foto del eclipse me encanta. Foto por Luis Pedro Figueroa.

¿Sabes qué me dio algo de pena ayer? La cantidad de gente que circulaba por las calles -a pie y en vehículos- inconscientes de la maravilla que estaba ocurriendo sobre ellos.  Claro que tal vez es porque a mi me importan este tipo de cosas; pero…¿dime si no es objetivamente maravilloso un ocultamiento del Sol por la Luna? Un evento cósmico que no ocurre con frecuencia.

Vi los efectos del eclipse desde mi balcón. Foto por Raúl Contreras.

Me encanta pensar en cómo es que la humanidad -o más bien como es que una buena parte de la humanidad- ha pasado de las explicaciones místicas a las explicaciones científicas de los eclipses y meteoros.  Como es que los humanos pasamos de la creencia de que un murciélago se comía al Sol, a entender la relación que hay entre el tamaño de la Luna y su distancia con respecto a  la Tierra y al Sol para explicar por qué es que una cubre al otro.

¡Me encantan los eclipses!, y aunque disfruto los de Luna, amo los de sol.

Hace 32 años vi el último eclipse total de sol que se vio en la ciudad de Guatemala.  El que vi en el balcón de la casa de mi madre, junto a ella y a mi sobrino Andrés. El de ayer lo vimos en el balcón de la casa Raúl, Andrés y yours truly. Por cierto que las fotos que acompañan esta entrada son gracias a mi sobrino, Luis Pedro.

Diferentes fases del eclipse anular de Sol. Foto por Luis Pedro Figueroa.

El primer eclipse de Sol que recuerdo fue uno total que ocurrió en 1973.  Ese lo viví en casa de mis padres; y en el colegio no se hablaba de otra cosa. Este y el de 1991 fueron los mejores porque fueron totales.

He visto otros eclipses parciales de Sol; uno en el parque central de La Antigua, otro en el Mall de la Universidad de Maryland, en College Park en 1998 y en compañía de mis cuatas Natalie y Tracy; y otro en el jardín Manuel F. Ayau de la Universidad Francisco Marroquín en 2017. Es una lástima que no tenga fotos de 1973, ni de 1991.

En tiempos de eclipse te recomiendo la peli Einstein y Eddington

¿Por qué elijo Alto Giove? Porque en la película Farinelli -que también te recomiendo- il castrato canta esa aria de Nicola Porpora cuando el acompaña a al Rey de Francia y a su corte a observar un eclipse.  Esa peli también es buena para ver en temporada de eclipse.

El próximo eclipse visible en la ciudad de Guatemala será uno parcial el 8 de abril de 2024.

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