El National Press Club fue importante durante mi experiencia como Hubert H. Humphrey Fellow en la University of Maryland in College Park y el domingo pasado encontré mi carné.
El hallazgo me trajo muchos recuerdos. Cuando fui intern en el Cato Institute, en Washington D. C. e iba a aquel lugar extraordinario a hacer su sitio Web en español, el NPC me quedaba en el camino, así que me bajaba en el metro y caminaba al Club para desayunar porque servían desayunos americanos gratis. Tomaba café, me comía un panecillo y una fruta y me iba a trabajar.
En esa temporada también me dio por ir al gym así que hice mi enésimo intento infructuoso de hacer ejercicios de forma sostenida.
Otra de las ventajas de la membresía era la de asistir a las conferencias que se organizaban en ese lugar histórico. Ahí vi y escuché a Benjamin Netanyahu que ahora tiene la responsabilidad de hacer con Hamas lo que Roma hizo con Cartago, en respuesta a los ataques terroristas del viernes pasado en la noche.
También vi y escuché a Steve Forbes (que es doctor honoris causa de la Universidad Francisco Marroquín).
Asistí a una conferencia por Yuri Koptev que era el director de la Agencia Espacial Rusa y que, recientemente, fuera sancionado por sus conexiones con una empresa estatal rusa, de tecnología militar, involucrada en la invasión de Ucrania.
También conocí y conversé con Jack Schmidtt y Gene Cernan, los últimos astronautas en pisar la Luna.
Estuve allá durante la desafortunada y woke controversia sobre la remoción del retrato de Phryne del bar de aquel club. Haz clic aquí para conocer a Phryne.
Me alegro de haber encontrado mi carné porque tengo muy buenos recuerdos del NPC.