No hay tal cosa como desastres naturales, los desastres los preparamos y los fabricamos las personas. Lo que es natural es un sismo, o la lluvia que, eventualmente, podría producir inundaciones; pero son las personas quienes incuban los desastres. ¿Cómo? Pues al ponerse en situación de vulnerabilidad y riesgo. En ese contexto la verdadera prevención de desastres -tarea que se atribuyen los gobiernos local y nacional- consiste en identificar vulnerabilidades para anticiparse.
Aquello me lo explicó, hace como 16 años, Héctor Monzón, ingeniero experto en sismoresistencia. Monzón puso como ejemplo los edificios de entre cuatro y seis pisos construidos en poblaciones prósperas del país, como consecuencia de las remesas. Muchos están construidos con tecnología de blocks y cemento que fue exitosa después del terremoto de 1976…¡pero para construcciones de dos pisos!…y con especificaciones técnicas. Con aquellas edificaciones se crean vulnerabilidades y se incuban desastres.
En el área metropolitana de Guatemala una gran cantidad de fallas geológicas, las cuales pueden reconocerse por su expresión morfológica. Toda esta familia de fallas incluye `fallas activas´ y `fallas no activas´. Las `fallas activas´ son aquellas que poseen el potencial de despertar durante un futuro terremoto. Esto constituye una latente amenaza. No hay método conocido que permita predecir si la falla será activada, o no en un futuro sismo, esto me lo explicó J. L. Escribá (GeoSis) hace ocho años y siempre me pregunto, ¿quiénes, que construyen, hacen estudios técnicos de suelos? No se puede saber si se activará una falla, pero si se puede saber dónde hay abundancia de ellas y cuál es su naturaleza.
Después de aquel terremoto, mi amigo, Sam Bonis advirtió: Preocupa la urbanización del borde oriental del valle. Por razones desconocidas esa área no se movió en el 76 y es de esperar que el sistema de fallas que hay ahí se active en algún terremoto futuro. ¿Quién se acuerda de esa advertencia de Sam?
A finales de los años 80, Roberto Woolkfolk, del Instituto Geográfico Nacional, me mostró un mapa de la ciudad de Guatemala todo cruzado de fallas. Los estudios de suelos para evitar tragedias en el próximo terremoto, ¿son tomados en serio? ¿Quién compra inmuebles sin pedir el estudio de suelos?
Todo aquello viene a cuento porque el asentamiento Dios es fiel, bajo el puente El Naranjo, fue arrasado como consecuencia de las lluvias del domingo pasado y no sólo hubo destrucción de las viviendas humildes del lugar; también hay muertos y desaparecidos…niños incluidos.
Lo de Dios es fiel era una tragedia esperando,…con paciencia…, su momento para ocurrir…y ocurrió. En parte porque ese tipo de terrenos no son apropiados para viviendas dada su propensión a las inundaciones. Pero, sobre todo, porque hay gente inmunda que dispone inapropiadamente de su basura, y sus inmundicias van a parar a ríos, y crean tapones que, al soltarse, se convierten en correntadas que cobran vidas humanas. También son responsables las municipalidades que -teniendo la obligación legal de administrar la basura y no renunciando a ella- no tienen programas decentes para cumplir con sus obligaciones…porque no son prioridad. ¡Nadie, de aquellos dos grupos, tiene las manos limpias en cuanto a la tragedia de Dios es fiel!
¿La vida es riesgosa? ¡Claro que sí y por eso no hay que falsear la realidad! Porque como escribió Friedrich A. Hayek, la asignación de responsabilidad presupone, en el caso del hombre, la capacidad para una acción racional y la aspiración de que actúe más racionamlmente de lo que lo haría sin aquella. Presupone una cierta capacidad mínima humana de aprender a prever, para guiarse por el conocimiento de las consecuencias de sus acciones.
Columna publicada en República.