¿Quieres hablar de impunidad? El Observatorio de Derechos de Propiedad informó que entre 2017 y 2020 se registró un promedio anual de 267 denuncias por hurto, robo o estafa de fluidos, entre los que destaca la electricidad. ¡El año pasado se reportó un incremento de 63% al totalizar 436 denuncias!
De acuerdo con registros de la entidad, los departamentos con más denuncias en los últimos cinco años son San Marcos, con 204; Guatemala, 183; Retalhuleu, 162; y Huehuetenango, 91. Les siguen Quetzaltenango, con 73; Petén, 69; Suchitepéquez, 62; Alta Verapaz, 52; Jalapa, 48; Santa Rosa, 46; Izabal y Quiché, 42 cada uno. El resto de departamentos registra entre 8 y 30 denuncias.
Luis Ortiz, presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, explicó que el problema del hurto de energía puede clasificarse en dos: por un lado, el provocado por usuarios aislados que falsean contadores, pero por otro, el que proviene de organizaciones delictivas. Esas células delictivas de robo de energía surgieron en 2007 y prácticamente extorsionan a los usuarios en las áreas afectadas para cobrarles por el servicio, dijo Ortiz.
Hurto, robo y extorsión son dos delitos que si fueran cometidos por grupos que no tuvieran vinculaciones con las dirigencias indigenista y campesina, con raíces en la exguerrilla, serían perseguidos como cualquier otro delito.