El presidente Alejandro Giammattei apoya una legislación llamada de libertad de religión propuesta por la bancada oficialista porque en su gobierno “la fe antecede a la política”, según lo afirma el mandatario.
Pero, ¿qué es fe? Es el conjunto de creencias de una religión. En el cristianismo es la virtud teologal que consiste en el asentamiento a la revelación de su dios propuesta por quienes dicen representarlo en la tierra y por los miembros de la organización dirigida por aquellos. Una virtud teologal es un habito que el dios cristiano infunde en la inteligencia y la voluntad de las personas para ordenar sus acciones a esa deidad (de acuerdo con lo que interpretan quienes dicen representarlo, por supuesto). La revelación es una verdad secreta, u oculta manifestada a algunos individuos por una entidad sobrenatural y descomunal (el dios en cuestión).
Lo que dice el Presidente no es cualquier cosa y no debe tomarse a la ligera. Si es cierto, es muy perturbador y peligroso; y si es casaca para el consumo de la plebe, no sólo es perturbador y peligroso, sino que es irresponsable y caradura. La verdad es que se refiere a la libertad para los que piensan como la mayoría, o como quienes dicen representarla; si no, que lo digan los fans del grupo Marduk cuyas presentaciones fueron prohibidas por grupos de conservadores religiosos que presionaron políticamente a los diputados.
El Presidente se pronunció en el IRF Summit 2021, un evento que, según sus organizadores, reunió una amplia coalición que apoya apasionadamente la libertad religiosa en todo el mundo. ¿Qué quiere decir apoyar apasionadamente? Que se apoya con pasión o vehemencia. ¿Y qué quiere decir pasión? La pasión es es un sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón, como el amor, el odio, los celos o la ira intensos; o bien, un sentimiento de amor vehemente, especialmente manifestado en el deseo sexual. ¿Y qué es vehemente, pues? Que tiene una fuerza impetuosa y dicho de una persona se refiere a que obra de forma irreflexiva y que se deja llevar por sus impulsos.
Nada de aquello me sorprende ni en Giammattei, ni en su discurso. Pero dime si no es perturbador. ¿De verdad crees que todo aquello debería anteceder a la política? La política en el sentido del conjunto de actividades propias de la acción colectiva, y las relaciones de poder propias de la cosa pública. Claro. De otra forma, Giammattei y sus conservadores religiosos confirmarían la definición de política de Thomas Sowell: La política es el arte de hacer que tus intereses personales parezcan ser el interés nacional. ¿Por qué no?
Como una manifestación del derecho de libertad (en un ambiente en el cual el uso de la coacción arbitraria y el rompimiento del principio de no agresión son aceptados generalmente, siempre y cuando sean consecuencias de una expresión democrática), es perturbador, peligroso, irresponsable y caradura defender la libertad de religión en un contexto vehemente, irracional, irreflexivo e impulsivo.
A aquellos problemas filosóficos de la legislación en cuestión, añádele que uno de los artículos más polémicos es el que pretende que las iglesias queden exentas de revisiones administrativas, o judiciales. ¿Te imaginas las implicaciones de semejante privilegio? Imagínate que la organización que diriges no puedas ser fiscalizada en cuanto a el origen, el manejo y el destino del dinero con el que operas.
Las malas lenguas dicen que es para facilitar el lavado de activos, ¿y por qué no? Pero el Presidente dice que es para luchar contra movimientos desestabilizadores de la democracia y contra regímenes que promueven el aborto y la agenda globalista. Su Presidente del Congreso afirma que la legislación en cuestión los principios y valores de las familias guatemaltecas.
En todo caso será los principios y valores de algunas familias guatemaltecas e incluso de muchas familias guatemaltecas; pero no de las familias guatemaltecas. En todo caso es evidente que la Administración Giammattei ha descubierto que los conservadores religiosos chapines son sus mejores aliados contra la costra nostra socialista que desde 2015 anda con hambre de imponerse en el gobierno sin necesidad de ganar elecciones. Hambre que heredó de la URNG y de las organizaciones que la precedieron. El aborto es la vieja confiable para alborotar a los cachurecos chapines y Giammattei está tocando la música que les gusta, con toda la pasión, la vehemencia y el misticismo del que es capaz por ahora.