El pueblo cubano, ¡la gente de Cuba! está saliendo a las calles a pedir libertad. Las personas salen desarmadas, en un país cuya tiranía puede bajarse la Internet y hacer como que en la isla no está ocurriendo nada. La gente sale a la calle en ese ambiente de desconfianza y terror que sólo las dictaduras totalitarias pueden generar. Las personas salen desarmadas a enfrentarse a policías de uniforme y a policías de civil y quién sabe si también al ejército.
Lo que venga, ¿será como en Alemania del este y en Rusia que los regímenes se desmoronaron de puro podrido? ¿Será como en Rumanía que los líderes fueron fusilados? ¿Será como en Nicaragua, o Venezuela donde la sangre de los jóvenes ha sido derramada una y otra vez? Ya se reportan heridos y actos de brutalidad y represión; pero el régimen castrista todavía está a tiempo y tiene la oportunidad de dejar que las personas se manifiesten con libertad y la de sentarse a dialogar en busca de una salida que no cueste vidas humanas. Una salida para liberar a la gente de la dictadura socialista que ya tiene más de 60 años. ¿Cuánto más durará abierta esa ventana de oportunidad?
La gente se cansó de tanta miseria, gente de menos de 20 años eran los que más gritaban ¡Abajo la dictadura! y ¡Libertad!, dice 14ymedio. ¿Sabes? eso me da mucha rabia. Mientras que los jóvenes que malviven en las dictaduras socialistas tienen que arriesgar sus vidas y derraman sangre para recobrar la libertad, en países como Guatemala hay viejos y jóvenes perjudicados que anhelan el colectivismo y el totalitarismo. Hay gente que quiere reventarlo todo para imponer las ideas de los castro, del che y de otras lacras. Hay gente que luce efigies de Guevara y hoces y martillos con la esperanza de convertir a Guatemala en otra Cuba, otra Nicaragua u otra Venezuela.
El régimen castrista le debe al mundo miles y miles de muertos, incluidos los de Guatemala entre 1960 y 1996. Mientras tanto, los comunistas guatemaltecos guardan un silencio ominoso.