En el Día del Ejército y en el de la Revolución del 71

 

Hoy celebramos dos efemérides, la primera es el Día del Ejército y la segunda es la que corresponde a la conmemoración de la Revolución de 1871.

Desfile del Día del ejército, Avenida de la Reforma, 2019.

A los soldados y oficiales que dieron sus vidas entre 1960 y 1996 -y a sus familias- mi generación y yo les debemos la dicha de no haber crecido bajo regímenes como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua.  A ellos les debemos que no se materializaran las aspiraciones de guerrilleros e intelectuales que querían imponer la dictadura del proletariado en Guatemala, a imagen y semejanza de las tiranías que costaron 100 millones de muertos en todo el mundo, mas quién sabe cuántas vidas humanas estropeadas y malogradas. A aquellos soldados y oficiales les debemos, los chapines que estamos vivos ahora, que no tengamos que luchar en las calles para tratar de salir de la tiranía comunista que ya tendría décadas de cebarse entre nosotros.  Por eso siempre estoy agradecido con el ejército.

Por otro lado, a la Revolución de 1871 le debemos los cambios éticos, jurídicos y económicos radicales que eran necesarios para acabar con el régimen conservador de tres décadas en Guatemala.

Miguel Garcia Ganados, líder de la Revolución de 1871, dominio público, vía Wikimedia Commons.

Es cierto que durante el enfrentamiento armado hubo actos horribles y corrupción, no en vano la guerra es el caballo rojo.  Es cierto que Guatemala necesitaba (como necesita) cambios; pero, ¿para imponer el ideal de marxista leninista, o maoista? Si hubo crímenes, sus hechores deben enfrentar las consecuencias jurídicas de sus decisiones y de sus acciones para que se haga justicia, y no por venganza. Es cierto que actualmente hay militares involucrados en corrupción y actos delictivos,  y también deben enfrentar a la justicia.  Pero, mis respetos para los soldados y oficiales que hacen lo posible y entienden el valor de tener un ejército  profesional, moderno, disuasivo y solido en valores; equipado y altamente móvil, orientado a coadyuvar al cumplimiento de los objetivos Nacionales, con capacidad para enfrentar amenazas tradicionales y emergentes.

Monumento a Justo Rufino Barrios en la ciudad de Guatemala, dominio público, vía Wikimedia Commons.

Es cierto que la Revolución de 1871 estaba más basada en los principios del liberalismo anticlerical, constructivista y racionalista de la tradición francesa que en los principios del liberalismo empirista y evolutivo de la tradición británica.  Es cierto que se pervirtió por la tiranía de Justo Rufino Barrios. Pero, aquella efeméride y muchas de las instituciones que produjo merecen atención y estudio desapasionados.

¡Gracias a los buenos soldados y oficiales; y gracias a los revolucionarios de 1871! Agradecimiento que se extiende a especialistas y demás personal en la institución armada.

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