En la historia de Guatemala, durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX hay dos decapitaciones famosas: la del mariscal Serapio Cruz y la del asesino José María Miculax.
El mariscal Serapio Cruz, recordado popularmente como Tata Lapo, se alzó con los liberales (Fiebres) y Justo Rufino Barrios contra el régimen conservador (el de los Gases) de Vicente Cerna. En enero de 1870 las tropas gubernamentales a mando del general Antonio Solares derrotaron a las tropas de Tata Lapo que, en la huída, fue ultimado por miembros el ejército conservador. El mariscal liberal fue decapitado y su cabeza fue enviada a la capital de Guatemala para ser exhibida como trofeo. Los restos de Tata Lapo descansan en las catacumbas de la Catedral Metropolitana que son abiertas al público el 1 y 2 de noviembre. Los chapines decimos En tiempos de Tata Lapo, cuando nos referimos a los tiempos de Naná Camota, o a los de Mariacastaña. La calle Mariscal Cruz corre a un costado del Jardín Botánico, del Liceo Guatemala y del Ministerio de la Defensa para desembocar en el extremo norte de la Avenida de la Reforma, en la ciudad de Guatemala.
José María Miculax, su fusilamiento y su cabeza. Foto tomada de Facebook.
En 1946, se descubrió en Guatemala el primer asesino en serie en el país, José María Miculax era originario de Patzicia Chimaltenango. Con 21 años de edad Miculax (como fue conocido popularmente) asesinó a 15 niños de entre 11 y 15 años de edad, a quienes, además violaba. En complicidad con su primo, Mariano Macú, Miculax llevabaa a los menores cerca de barrancos, y los convencía de acompañarlo a buscar conejos. Cuando los niños se agachaban a buscar los animales, Miculax y Macú aprovechaban los dominaban, los ahorcaban con lazos y los violaban. Miculax fue capturado, procesado, encontrado culpable y luego fue fusilado la comunidad científica de aquellos tiempos pidió decapitar el cadáver para estudiar su cerebro. En los años 90 la cabeza de Miculax desapareció y nunca fue encontrada; se sospecha que fue robada, pero nunca fueron comprobados los hechos. Mariano Macú también fue capturado y fue condenado a prisión de 30 años.
Cabeza del mariscal Serapio Cruz. Foto tomada de Facebook.
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