Ayer tuve que ir a la zona 1 de la ciudad de Guatemala y entré por la Séptima avenida con la intención de dar una vuelta por la Plaza de la Constitución antes de hacer mi mandado.
Mi cuate, Joaquín, de Madrid y que estuvo aquí hace unos años comentó: Que bonita es esa zona, al ver el vídeo y recordar su paseo por la zona 1.
Es bonita, sí; pero hace falta la gente. Hace falta el bullicio y la vida propia de la ciudad. Mientras conducía noté que había cambistas como siempre. En la Séptima avenida, entre 13 y 12 calles suelen haber mucha actividad de cambistas; también noté que en el montepío había hasta cola. Ese fenómeno ya lo había anotado antes; pero supongo que se ha ido agravando conforme se alarga el confinamiento forzado.
Me inquietan mucho las penas que ha de estar pasando mucha gente para enfrentar sus necesidades y compromisos, sobre todo cuando tienen familias y sus ingresos han disminuido, o se han suspendido. Como cuando han perdido sus empleos, o sus negocios han tenido que cerrar.
Esas penas, claro, no las pasan quienes tienen sus cheques asegurados a fin de mes; ni aquellos cuyos negocios -aunque hayan menguado- no están en peligro.