Al establecer una hoja de ruta para la continuidad del proceso de postulación de candidatos y fijar plazos para concluir ese proceso, la Corte de Constitucionalidad volvio a excederse en sus funciones y actúa como el tirano cuyas decisiones y mandatos no pueden ser cuestionados, y deben ser obedecidos porque sí, al margen de la Constitución y de las leyes.
Para más escarnio, la Corte parece estar fallando según los requerimientos de la Fundación Myrna Mack cuyos recursos parecen servirles -a los magistrados- como ponencias para sus resoluciones. La Fundación Myrna Mack cambió sus peticiones en la apelación de sentencia, las cuales fueron distintas a las que pidió en el amparo en primera instancia, indicó el jurista Estuardo Ralón, presidente del Centro para la Defensa de la Constitución. Este era motivo suficiente para rechazar la apelación, sin embargo, ahora se establece el nefasto precedente que en una apelación de amparo el interponente puede cambiar sus peticiones de amparo y aún así su apelación no solo se entra a conocer, sino puede ser declarada con lugar, explico Ralón. El presidente del CEDECON también ha advertido que, con la resolución que da orígen a estas meditaciones, los magistrados de la Corte de Constitucionalidad han violado el principio de irretroactividad de la ley y han usurpado funciones del Congreso de la república.
Actuaciones de la Corte de Constitucionalidad, como esta me recuerdan lo que dijo Benjamin Martin en la película El patriota: ¿Por qué debo cambiar un tirano a tres mil millas de distancia por tres mil tiranos a una milla de distancia? En el sentido de que una tiranía es una tiranía, no importando si la ejerce una persona, o un cuerpo colegiado.
Este fenómeno indeseable se conoce como el gobierno de los jueces y fue identificado en 1921 por Edouard Lambert; es uno de revisión judicial sin restricciones. El gobierno de los jueces no debe ser confundido con el control jurisdiccional que es un componente del estado de derecho. Si la Corte de Constitucionalidad usurpa las funciones del Legislativo, o del Ejecutivo está claro que se excede en sus facultades de una forma brutal y ¿comete prevaricato? ¿Se constituye en tirana? Yo digo que sí.