Los tributarios -que no el Hospital San Juan de Dios, ni el Ministerio de Salud- les pagaremos Q66 millones a empleados de aquel nosocomio. Unos recibirán entre Q4 mil y Q5 mil quetzales por persona; pero la mayoría va a recibir Q29.9 mil.
Dicha erogación es consecuencia de uno de esos pactos colectivos leoninos que plagan la administración estatal; y como Jorge Villavicencio, Luis Monterroso y Lucrecia Hernández Mack no cumplieron con los pagos durante sus períodos como ministros, ahora va a tener que hacerse en tres pagos y por aquel monto. ¡Es un loteriazo a costa de los tributarios!…o una piñata.
La fiesta, sin embargo, no para ahí. Con dinero de los tributarios se habrá de crear un fideicomiso de Q10 millones para cancelar las deudas que los burócratas de la salud han adquirido con bancos. El banco que administre el fideicomiso (si es posible hacerlo) recibirá todas las cuentas de los trabajadores del hospital y habrá de abrir una agencia en el Hospigen. Luego de que se cancele la deuda de Q66 millones, los 3,580 trabajadores del hospital recibirán un aumento salarial de Q1000.
Para que tengas algo de perspectiva, del presupuesto del nosocomio, 7 de cada 10 quetzales se usa para pagar salarios; de modo que sólo 3 de cada 10 quetzales se usan otras cosas. ¿Para qué servirían Q66 millones de esta piñata? Para 55,500 tomografías, para 111, 200 hemodiálisis, o para 15 calderas.
Está claro que la prioridad del presupuesto del San Juan de Dios es la de servir a las demandas salariales de la burocrácia que trabaja ahí. Que no se diga que su objetivo es brindar atención integral de salud, con calidez y calidad, mediante la promoción de la salud, prevención de enfermedades, recuperación y rehabilitación de los usuarios contando con recurso humano calificado y tecnología moderna para el mejoramiento de la calidad de vida. Todo eso es papas y pan pintados. El Hospigen es una de las tetas etatales en las cuales son amamantados centenares y centenares de personas a costa de los tributarios…y de los usuarios a los que dice servir; porque…¿no me digas que en aquel centro hospitalario siempre hay equipo y materiales dignos de sus usurios? Pero lo que nunca falta es el cheque para los trabajadores y sindicalistas.