Una de las primeras secciones en Carpe Diem, cuando empecé este espacio -hace como 13 años era la de los meones. Y la hice porque me llamaba la atención la cantidad de meones que veía en las calles; y abandoné la sección.
¿Cómo se originó aquella sección? A finales de los años 80 el columnista Chepe Zarco organizó una campaña muy exitosa contra aquellos que tiraban basura en las calles; y el lema de la campaña era No sea coche. Más tarde leí, y no se dónde, que en algún lugar de México a la gente que orinaba en la calle le gritaban: ¡Meón, meón!
Se que en Guatemala no abundan las facilidades sanitarias para quienes andamos en la calle; pero eso no quita que sea feo, sucio y una falta de consideración para los demás echarse una araña en la vía pública.
En ese contexto me acordé de haber leído que alguien le llevó a su hijo de 15 años al almirante Nelson (el de Trafalgar) para que el marino le diera un consejo de vida. Y el consejo del Almirante fue; Never miss a chance to make water. Esto es, en un lugar apropiado, claro. Cuando yo salía con mis sobrinos pequeños, siempre los mandaba al inodoro (tuvieran ganas, o no) antes de abandonar la casa, o el lugar donde estuviéramos y hubiera servicios sanitarios. En prevención de las ganas les vinieran en momentos y lugares inconvenientes.
Aquel es un buen consejo para niños…y para adultos, también.
De cuando en cuando juego con la idea de irme a vivir a la zona 1 -por lo encantador que podría ser-; pero, ¿qué me disuade? El olor a meados en las calles y cuando no es a orines, es a la creolina que la gente usa para eliminar el olor a bish.