Es hora de sanear el Ministerio Público

Cuando un político, o un burócrata sabe que puede actuar arbitrariamente y que las posibilidades de que su actuación arbitraria prevalezca y permanezca impune, lo más probable es que se sienta tentado actuar arbitrariamente.  Esa es una de las principales fuentes de la corrupción y del abuso de poder.

En eso pensé cuando leí que no menos de 20 anomalías y vicios fueron encontrarods en los nombramientos de la coordinadora nacional y ocho fiscales regionales del Ministerio Público durante 2017 y principios de 2018, durante la administración de Thelma Aldana.  Luego de una investigación y ante las irregularidades, la fiscal María Consuelo Porras convocó a los funcionarios para pedirles que renunciaran al ascenso, con la poisibilidad de ser reubicados en los puestos que ocupaban antes de ser nombrados como fiscales regionales.  De los ocho, cinco renunciarun al asenso y una dimitió.

¿Por qué es que una Fiscal general podría hacer ascensos que no cumplen con las estipulaciones legales? Porque estaría segura de que nadie se los va a investigar y a cuestionar. Es lo malo de no tener pesos y contrapesos en el ejercicio del poder.  Es lo malo de que grupos de poder pongan en círculo las carretas alrededor de personajes, y olviden que los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley y jamás superiores a ella.

De cualquier manera es sano que la fiscal Porras ponga orden en el Ministerio Público y es sano que conforme un equipo en el que pueda confiar.

En el campo de poner orden, ¿cómo te explicas que las anteriores adminisitraciones del Ministerio Público se hayan desentendido del pago por la construcción del edificio que ocupa aquella dependencia y que esa deuda ascienda a Q97.5 millones? ¿Cómo te explicas que las anteriores administraciones del MP se hayan desentendido del pago por arrendamiento de computadoras y que esa deuda ascienda a Q107 millones?  Una vez más la respuesta se halla en la arbitrariedad y el en el ejercicio ilimitado del poder.

Si tu tuvieras una empresa, ¿cuántos años crees que pasarían sin que tuvieras que pagar deudas como aquellas?

Las anteriores administraciones del MP pudieron hacerse las locas con los pagos porque han tenido el poder arbitrario para hacerlo.  Actos de corrupción como estos sólo pueden llevarse a cabo cuando se abusa del poder público con algún nivel de seguridad en el sentido de que ¿quién se va a atrever a reclamar? ¿Quién se va a atrever a investigar? Y si alguien se atreviera a reclamar y a investigar, ¿hasta dónde van a llegar las quejas si los grupos que ejercen el poder ponen en círculo las carretas.

¿Ya ves? ¿De qué sirve la supuesta lucha contra la corrpución si ni al Ministerio Público, ni a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala se les ocurre algo tan básico como cumplir los contratos y garantizar la sanidad financiera del MP? ¿Qué resposabilidad tienen Thelma Aldana, Claudia Paz y Paz y los anteriores jefes del MP en aquellas anomalías, en aquellos abusos y en aquellos incumplimientos deliberados?  Para que la lucha contra la corrupción y la impunidad sean efectivas, es hora de sanear el Ministerio Público; y es impostergable la necesidad de que las élites del país asuman -moral y políticamente- un compromiso para consolidar la república, si tutelajes y sin codependencias.

La foto es de elPeriódico.

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