¡Por aquí ya es temporada de hongos! Los de las fotos son tóxicos; pero eso no impide la alegría porque anuncian que pronto habrá comestibles y entre mis favoritos se cuentan los anacates y los hongos de San Juan.
Mi cuata, Karin, dice que estos de las fotos paralizan las funciones estomacales; así que no me acercaré a ellos. A los marrón les llamamos Little brown devils.
Los hongos me fascinan casi tanto como las orquídeas; y hace algunos años me sorprendió que aquellos forman un reino en sí mismos: el reino fungi.
Estas dos especies las encontré mientras caminaba en el campus (donde hay una variedad) el sábado pasado y me hicieron recordar que, cuando niño, me alegraba mucho hallar estas sombrillitas efímeras en el jardín. En casa me tenían prohibido tocarlos -porque eran venenosos- pero siempre me llamaban la atención.
Mientras tanto ya no hallo las horas de comer unos anacates con frijoles colorados, sobre spaghetti, o solos; y unos hongos de San Juan asados, con limón y sal, sobre tortillas.