Murió Efraín Ríos Montt

A Efraín Ríos Montt -y a otros como él- los guatemaltecos le debemos el hecho de no haber crecido en un país y una sociedad aplastados y corrompidos por la dictadura del proletariado y por el totalitarismo colectivista que querían establecer los dirigentes de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.  Gracias por eso.

Empero, nunca fui fan de aquel general.  Me alegré cuando fue sustituido por Oscar Mejía Víctores porque su gobierno, entre 1982 y 1983, estuvo fuertemente marcado por el conservadurismo y por el talante mesiánico de aquellos que creen que su dios les dio el poder para hacer su obra.  A pesar de ideas universalmente valiosas como su slogan de No robo, no miento, no abuso, y a pesar de su triunfo sobre la guerrilla (con lo bueno que eso significó para quienes eran el jamón del sandwich en el enfrentamiento armado interno) nunca logró ganarse la confianza de la gente.

Para mí, Efraín Ríos Montt fue el jefe del partido que organizó el Jueves Negro y llevó a Alfonso Portillo a la Presidencia de la República.

Efraín Rìos Montt murió el 1 de abril de 2018.

Mis primeras memorias de Ríos Montt son de cuando fue candidato presidencial en 1974 por la Democracia Cristiana, y la Presidencia le fue arrebatada -de forma fraudulenta-.  En aquel entonces se decía que no había querido defender su victoria electoral para no derramar sangre, o a cambio de dinero y un puesto diplomático en España, según quien contaba la historia

Cuando volvió a ser candidato presidencial, contra viento y marea en 2003 no obtuvo más de 19.3% de los votos.  Eso sí, muchos de ellos en los distritos indígenas donde aquellos habían sido librados del enfrentamiento armado ocasionado por la guerrilla.

En algún momento bastante antes de 2003, un cuate me invitó a su casa a escuchar al entonces aspirante a precandidato presidencial.  Esa vez, en la intimidad de la casa de aquel cuate y su esposa, decidí que yo no quería nada que ver con aquel personaje.

A Efraín Ríos Montt lo odiaban y lo odian la exguerrilla y los progres.  Unos porque fueron derrotados militarmente durante su gobierno, y porque puso en evidencia su irrelevancia más allá de su capacidad de infundir terror y cometer actos violentos y delincuenciales.  Otros, porque es un símbolo del conservadurismo religioso.

En el caso del supuesto genocidio (que no hay tales), Efraín Ríos Montt nunca tuvo un juicio justo; más bien un procedimiento vengativo, mediático y manipulado por una jueza activista.  Ríos Montt fue clave para impedir que mi generación -y la tuya- creciera en una Cuba, una Venezuela, o una Corea del Norte y eso se agradece; pero ya sabes lo que dejó dicho don Jorge Ubico: Cuídense de los comunistas, y de los cachurecos.

La foto 1 es de elPeriòdico; y la 2 la tomé de Facebook.

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  1. Un dato que hasta hace poco me enteré es que fue durante su mandato que se le dio vida al TSE, verdad que a muchos les duele y por eso suelen decir que la era democrática inició en 1986, pero el surgió antes no lo creó Vinicio.