En el marco del atentado de hoy, en Barcelona, mi cuate –Luis Ignacio– publicó: ¿Por qué me resulta tan extremadamente vomitivo ver, en estos momentos, fotos de gatos y perros? No debo ser normal.
Comparto ese pensamiento porque comparto el sentimiento. Me pasó ahora y me pasó ayer cuando leía acerca del rescate de un marero, en el Hospital Roosevelt operación delictiva que costó 7 vidas y 12 heridos.
Ustedes me van a perdonar; pero sostengo que cuando ocurren cosas así no es momento para fruslerías, ni siqueira en las redes sociales; y no es que los perros y gatos no tengan valor e importancia contextuales. Cuando ocurren estas cosas es el momento preciso para meditar: ¿De qué lado estoy? Y para eso les dejo un pensamiento del profesor Ken Schooland: La maldad no viene sólo de la gente malvada; sino, también, de las personas buenas que toleran la iniciación de la fuerza como medio para alcanzar fines. De este modo las personas buenas le dan poder a la gente malvada…Lograr una sociedad libre [y pacífica] requiere valor para pensar, para hablar y para actuar; especialmente cuando es más fácil no hacer nada. ¿Por qué? Porque podemos falsear la realidad; pero no podemos evitar las consecuencias de falsear la realidad.
Mañana, en mi columna de elPeriódico, ampliaré estas meditaciones.