El Día de la madre no es el del sacrificio

Es tradición -en este espacio- que en el Día de las madres comparta con los lectores estas meditaciones; especialmente para quienes son nuevos aquí.

Hoy que es Día de la Madre; y leo por ahí y encuentro doquiera parte numerosas alusiones al sacrificio de las madres y a las madres sacrificadas. Y pienso…¿es a sacrificio a lo que se refieren? Por ejemplo, si una madre deja de comer para darle alimentos a sus hijos, ¿se está sacrificando?

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La creencia general es que sí. Qué si una madre deja de ir al cine con sus amigas para quedarse a cuidar a su hijo pequeño, eso es un sacrificio. Qué si una madre deja de hacer cosas que hacía antes para ahorrar y tener plata con qué mandar a su hijo a la universidad, eso es sacrificio. Y así sucesivamente.

Empero, un sacrificio es, primero que nada, una acción a la que uno se sujeta con gran repugnancia, o sujetarse con resignación a una cosa violenta. Es abnegación, que a su vez es renunciar uno a sus intereses y a sus propias valoraciones. Hay sacrificio, por ejemplo, cuando uno entrega algo de más valor (para uno), a cambio de algo de menos valor (para uno). Ahora bien, si la madre valora (ama, quiere, respeta, admira y demás) al hijo y deja de comer por él, o deja de ir al cine con sus amigas, por él, ¿dónde esá el sacrificio? Si la madre valora y se interesa por su hijo más que por el cine, por decir algo; ¿dónde está la abnegación?

Es evidente, en aquel caso, que la madre cambia algo que valora (comer, o ir al cine), por algo que valora más (su hijo). No hay repugnancia, ni resignación frente a la violencia. Al contrario.

Entonces, ¿qué es eso que en los medios masivos y en la cultura popular se conoce como sacrificio maternal? Es costo de oportunidad.

Sí, por ejemplo, una madre invierte el tiempo y dinero que tiene en cuidar a su hijo, no puede gastarlos en ir al cine con sus amigas, y en otra cosa. El costo de oportunidad es el valor del siguiente uso alternativo más valorado, para los recursos escasos que una madre (o cualquiera) tiene. El costo de oportunidad de ir al cine es el amor hacia el hijo (porque lo valora más). Si el mejor siguiente uso alternativo de tiempo y dinero para cuidar al hijo amado es ir al cine; entonces el costo de oportunidad de cuidar al hijo es el placer de ir al cine. No hay tal sacrificio en este tipo de relación voluntaria y natural. El costo de oportunidad se manifiesta, también, cuando una madre decide dejar de hacer cosas en el corto plazo, para conseguir o alcanzar otras mejores, en el largo plazo.

Claro que otro es el caso si se diera el uso de violencia; es decir, si la madre fuera obligada a cuidar a un hijo que no quiere, que no ama, que no respeta, que no admira. Entonces sí habría sacrificio, porque hay intervención de violencia que puede ser física, o no. Y claro, ese no es el tipo de relación que admiramos entre una madre y su hijo (o al revés).

En este Día de la Madre, no celebremos el sacrificio, la repugnancia, ni la violencia. Por mi parte, celebró a mi madre, Nora; cuyos amor, gozo por la vida, generosidad y buen juicio han estado a mi lado tanto en los días de fiesta, como en los días adversos. Gracias por haberme valorado, y por nunca haber considerado la posibilidad de que yo fuera objeto de tu sacrificio.

¡Salud!…y de paso ¿sabías que la maternidad moderna y la infancia moderna tal y como las conocemos son consecuencias del capitalismo? ¡Ni te imaginabas! Te recomiendo: Capitalism created modern motherhood.

El vídeo es de mamá pata y sus patitos en la fuente de la Biblitoteca Ludwig von Mises, de la Universidad Francisco Marroquín.

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  1. Me encanta esta visión no idealizada de la maternidad. Lejos de conceptos machistas/feministas y el papel que cada quien según su criterio debe desempeñar, ser responsable de un ser humano que engendra y cría, idealizar una figura con un patrón cultural o moral se me hace más una pose para encajar dentro de una sociedad con tantos moldes.Cuando escucho estos ideales maternos y sin llegar a juzgar me pregunto si estas mujeres realmente desearon ser madres (insisto que no quiero ofender) pero cuando decido recorrer un camino aunque no puedo verlo todo previamente puedo sentirme preparada y responsable para afrontar mi responsabilidad y disfrutar el camino. Las decisiones no requieren sacrificios sino estrategia y entrega para cumplir mi meta, esa es la diferencia entre dejarme llevar y afrontar “lo que me tocó en suerte” y obtener los resultados de mis decisiones. Lamentablemente en un país donde no hay educación y vemos niñas embarazadas desde antes de salir de la escuela al mundo real (si es que pudieron ir a una escuela) definitivamente ha de ser sacrificio educar a un niño no deseado y dejar de vivir alguna vida que idealizaron. Ésta sociedad en que vivimos está casa vez más llena de esos casos y es triste y sin solución hasta que nos eduquemos. Saludos Luisfi