El aeropuerto internacional La Aurora se encuentra a punto de bajar de categoría en la OACI; y puesto fácil el efecto más grave que eso tendría es que las aerolíneas no podrían incrementar el flujo de viajes a Guatemala.
Para el país que está en el corazón del Mundo Maya, con Tikal y el reino Kan; que presume con La Antigua y con Atitlán, que es culturalmente riquísimo y fascinante, que es geológicamente impresionante y está poblado con gente querendona aquello es…es…¿una canallada de quienes durante décadas han controlado La Aurora? No está de más, supongo, recordarte que La Aurora es un aeropuerto estatal, lo que quiere decir que está bajo el control de políticos y burócratas; como la educación, la salud, la previsión social, las carreteras, las adopciones y otras actividades que son fuente de corrupción y de daños para sus usuarios. Eso sí, ¡ya tiene una terminal privilegiada nueva!
Todavía usé el aeropuerto viejo (que ahora usa la Fuerza Aérea Guatemalteca) y recuerdo muy bien la inauguración del nuevo; y está clarísimo que hace años las exigencias de los usuarios de aeropuertos eran modestas; pero en las últimas décadas aquellas y las expectativas de los viajeros se han multiplicado en términos de disposición de espacios, tecnología, servicios, flujo del tráfico (dentro y fuera de los edificios) y mucho más. ¡Un aeropuerto internacional, en el corazón del Mundo Maya, sin algo tan elemental como aire acondicionado, inseguro y con baños que hieden es inaceptable!
La amenaza de bajarle de categoría al MGGT viene de hace dos años, si no es que más; y el día que ocurra, nadie va a poder decir que no fuimos advertidos. Las miles y miles de personas cuyo bienestar depende del turismo (del poco que viene proporcionalmente) se verán afectadas si aquella actividad no puede crecer porque políticos y burócratas han sido corruptos e ineptos ¡como siempre!
¿Cuántos exministros y exviceministros de Comunicaciones y exdirectivos de Aeronáutica Civil andan por ahí con casa propia, casa de campo, automóviles de lujo, lanchas, y quién sabe qué más a costa del aeropuerto?
Columna publicada en elPeriódico; y la foto es del aeropuerto viejo.
Creo que lo del aire acondicionado es secundario… nunca lo hubo en la terminal anterior, y sale caro. Más es cuestión de regular la ventilación (ojalá bien diseñada) sin que entre el humo de los motores. Guatemala como ciudad tiene un clima excelente, y debieramos tratar de sacarle más el jugo. Pero lo que sí debieramos evitar, con el perdón de mis paisanos parientes de pasajeros que llegan por “oleadas” a traerlos ó a dejarlos, es que uno tenga que esperar viajeros con ese chiflonazo… mejor si fuera en un lugar decente, no en la calle, y otra cosa… que actualicen la info de las pocas pantallas que hay, ya que no se sabe si el vuelo está en tiempo, ó atrasado, ó aterrizado, etc.