El grupo Estudiantes por la libertad, de Honduras, recibió un reconocimiento durante la Conferencia Internacional de Estudiantes por la Libertad 2015, celebrada en Washington, D.C. ¡Merecidísimo el premio! ¿Por qué? Por la actividad de aquellos estudiantes hondureños, de noviembre 2014, llamada Queremos ir a clases; en esa ocasión, aquel grupo de estudiantes frustró la toma del campus de la Universidad Autónoma de Honduras y Por primera vez desde principios de los años 90, un movimiento estudiantil sin nexos a ningún partido político se sobrepuso al amedrentamiento y los insultos para alzar su voz y oponerse enfáticamente y de frente para hacer valer su derecho y no permitir que unos pocos estudiantes clausuraran la universidad con amenazas y candados. Decidimos transportarnos a la universidad, en donde lo primero que hicimos fue ponernos a la orden de las autoridades universitarias, indicándoles que todos los que tuvieran pins de EsLibertad estábamos para ayudarlos a mantener abierto el campus, explica Jorge Colindres en un relato inspirador. Nos encontramos con José Ortega, quien fue el primer estudiante en toda la universidad en pronunciarse públicamente en contra de la toma cuando creó el grupo en Facebook Queremos ir a clases UNAH-VS. Juntos nos coordinamos para encontrar estudiantes que se opusieran a la toma y los invitamos a que se quedaran con nosotros para que nos pronunciemos en la Asamblea.
La actividad de los estudiantes hondureños compitió con otras actividades creativas e impactantes de estudiantes en el mundo; pero un elemento que la hizo detacarse fue que sus participantes arriesgaron su seguridad y su integridad para defender virtuosamente lo que valoran y sus principios. Es heróico y no ha de ser fácil enferntarse al amedrentamiento, los insultos, las amenazas y la violencia potencial de la que son capaces las turbas y sus dirigencias irresponsables.
El premio para los estudiantes universitarios hondureños es muy oportuno en el contexto de los bautizos en la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala. Actos durante los cuales grupos de encapuchados humillan a los estudiantes nuevos, los intimidan, los obligan a hacer cosas como arrastrase entre heces, y cosas parecidas. Este año, los encapuchados robaron buses del servicio de transporte colectivo urbano para sus fechorías. En uno de aquellos actos hubo estudiantes intoxicados que debieron ser hospitalizados. En uno de los vídeos, que ya no encontré (quizás algún lector puede encontrarlo y compartírnoslo luego) alguien grita: ¡El año entrante te vengás con los nuevos! Técnicamente los bautizos están prohibidos en la universidad estatal; pero nadie tiene autoridad suficiente para hacer que se cumpla la prohibición. La violencia, la tensión y la presión de las turbas debe ser de tal magnitud que ¿habrá quién se les enfrente? Posiblemente no; pero la perpetuación de los abusos y de la bajeza que permite aquellos actos no se detendrán hasta que que no haya grupos de estudiantes y directivos de la USAC que se eleven moralmente sobre las turbas y su dirigencia encapuchada y les pongan un hasta aquí. ¡Como hicieron los estudiantes hondureños! Los alumni están llamados a unirse a ese esfuerzo.
¿Ya te diste cuenta de que los colegios profesionales, las comisiones de postulación, las cortes de justicia, el sistema educativo y el sistema de salud, y la mayoría de las oficinas del poder (por mencionar sólo algo) están integradas por muchas personas que aprueban y participaron (o participan) activamente en aquellos bautizos?