En San Juan Sacatepequez, y desde hace tiempo, trabajadores de la empresa cementera que está siendo instalada allá y trabajadores de la empresa que construye el anillo regional, han sido víctimas de actos delictivos de hostigamiento y de violencia frecuentes. No sólo en sus propiedades, sino en sus personas. Quienes se oponen a la cementera y a la carretera -los destruccionistas- han quemado casas, vehículos, maquinaria y anoche -en Los Pajoques- llegaron al extremo de cometer asesinatos. Encapuchados irrumpieron en la casa de la familia Pajoc Max y luego de asesinar a cinco ocupantes de la vivienda destruyeron todo lo que pudieron y le prendieron fuego a la casa. Tres presuntos atacantes fueron muertos cuando la familia Pajoc Max los repelió.
Hasta ahora, las autoridades (sin autoridad) han permitido que los actos de intimidación y violencia contra personas vinculadas a la cementera y a la carretera quedaran impunes. Dicha impunidad ha envalentonado a los promotores y ejecutores de la violencia y ahora hay ocho muertos. ¿Sabes que me impresiona? El lenguaje del Procurador de los Derechos Humanos para quien lo que ocurrió en San Juan Sacatepequez fue alteración del orden. ¡Carajo! Alteración del orden podría ser que un grupo de patojos bolos pasen rechinando las llantas de su automóvil y tirando botellas vacías en una calle, o que dos grupos de rivales se agarren a trompadas en la feria del pueblo. Pero cuando un grupo de encapuchados llega a una vivienda a matar a sus ocupantes y a quemarla, en el contexto de un conflicto que tiene niveles elevados de contenido ideológico y político, aquello es bastante más que alteración del orden. Sospecho que no todos los muertos cuentan igual; y que para las autoridades (sin autoridad) y para personajes como el PDH hay mejores muertos que otros.
De cualquier manera lo que ocurrió en San Juan Sacatepequez es una tragedia. Pero también es un montón de delitos. Y no ocurrió en el vacío. Hace mucho tiempo que grupos interesados promueven el odio y la violencia entre los habitantes de un lugar encantador. Estas…¿serán las vísperas, o serán las fiestas?
Hay quienes le entran a matar por matar y otros por matar entran a matar!!!! Creo que esto muy pocos lo entienden pero muy pronto pocos serán los que recuerden los incidentes de ayer pues vendran nuevos y mejores que empalidezcan los de ayer y santos en paz!!!!
Para que un muerto valga algo tiene que ser guerrillero, ex-guerrillero (si en realidad existen), izquierdista o comunista.
Es el resultado de una política pusilánime, no oponerse a estos hechos de violencia hizo que estos asesinos, actuaran de esa forma. Si las autoridades no habían hecho nada por castigarlos tenían la certeza que no les iba a pasar nada esta vez.
Juzguen ustedes.
Y algunos ilusos creen que es falta de diálogo, esta gente quiere IMPONER sus términos y políticas, y como lo hicieron en el pasado están nuevamente haciéndolo con las armas. Indigna que en un medio escrito el lunes la noticia estaba en la página 14, y el recuadro hacía mención de organizaciones de derechos humanos que pedían se analizara el origen del problema, como tantas veces estos vividores del conflicto demuestran que lo derechos humanos son sólo para algunos.