Para hoy las organizaciones políticas deberían haber removido y suspendido toda propaganda política por la cual ya hubieran sido sancionadas. Si se cumpliera el Acuerdo 117-2014 del Tribunal Supremo Electoral, los partidos y comités que no retiraran su propaganda política deberían ser suspendidos temporalmente.
Está por verse si la clase política va a obedecer la ley y al TSE;… o si, como es su costumbre, va a ignorarlos y a pasar sobre ellos. Pesa sobre los magistrados de aquel alto tribunal demostrarles a los ciudadanos y a los tributarios que pueden ser garantes de la institucionalidad, que no van a fallarles y que –si hay infractores– estos y sus organizaciones van a enfrentar las consecuencias de su habitual y reincidente desobediencia a la ley.
Muérome de ganas de dar una vuelta por calles, pueblos y carreteras para ver qué precandidatos, aspirantes a precandidatos y organizaciones todavía tienen vallas, y todavía tienen pintados postes, piedras y paredes. Por cierto que, el fin de semana anterior, tuve la agradable sorpresa de que, en San Juan Sacatepequez y sus alrededores, los postes están pintados con flores; idea que desanima la fea práctica de los políticos que pintan todo lo que no se mueve con siglas y colores partidistas. Quiero ver quiénes son más poderosos: La ley y el TSE, o las dirigencias políticas.
Si el Tribunal hace que se cumpla la ley ganaremos todos en términos de legitimidad, confianza e institucionalidad; pero si los políticos se salen con la suya –y evaden las sanciones– el TSE no sólo será el hazmerreír del sistema; sino que todos perderemos en aquellos mismos términos.
No sé si a ti te pasa igual; pero a mí me inquieta mucho que los mismos individuos y grupos que quieren que votes por ellos para que administren el poder –y el dinero tuyo que toman por medio de impuestos– son los mismos que se burlan de la ley y han desafiado al TSE. Creo que a esos grupos hay que ponerles todos los ¡Hasta aquí! que sean necesarios y por ello espero que el Tribunal Supremo Electoral cumpla con lo que ofreció en su Acuerdo 117-2014. Por la legitimidad, la confianza y la institucionalidad.
Columna publicada en El periódico.
Es un abuso el que cometen y han cometido siempre los partidos políticos con su propaganda abusiva. No solo no cumplen con la ley sino que contaminan visualmente todo el país. Empezando por los gobiernos de turno que gastan millones en decirnos lo bien que están haciendo las cosas. Cuánto más vacía la carreta, más ruidosa. Un buen gobierno se notaría, no tendría necesidad de mentirnos descaradamente.