El Tribunal Electoral de Honduras no acreditó a Rigoberta Menchú, ni al juez español Baltazar Garzón como observadores de las elecciones en ese país. El Tribunal argumentó que estos personajes no representan a los gobiernos de sus países, sino a a tendencias ideológicas; y por eso los invitó a acompañar al partido afín a sus ideas.
¡Las cosas somo son!
En estas actividades electorales, en las que la comunidad internacional se involucra no siempre con propósitos transparentes y positivos para conservar las instituciones republicanas, suelen privar la hipocresía y los criterios pragmáticos. En esta ocasión el alto tribunal hondureño ha tomado una decisión audaz, objetiva y transparente. La de poner en su lugar a los activistas que acuden a aquellos procesos para inclinar la balanza cuando hace falta.
¡Al pan, pan; y al vino, vino!
Aparentemente en Honduras si tienen los “huevos” bien puestos y no son de adorno.
Felicitaciones. Yo hubiera enviado a estos 2 personajes de regreso a su país.
Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa.
Felicitaciones para el tribunal hondureño. Necesitamos ese valor aquí.