Me encantaría que [Nicolás] Maduro termine como [Nicolás] Ceausescu, escribió mi cuate José, y añadió: Que no sea gratis esquilmar a los ciudadanos privados. Y yo comparto ese sentimiento, ya hace demasiado tiempo que, para los tiranos democráticos de América Latina es fácil y gratuito expoliar a la gente. Ninguno ha enfrentado la ira de los tributarios y de los electores -ni a la justicia- como ocurrió con Nicolás Ceaucescu y su esposa Elena. ¿Notaste que son tocayos?
Estas meditaciones ocurren en el contexto de lo saqueos recién ordenados por Nicolás Maduro en Venezuela; y especialmente en el de una nota que muestra a un comerciante llorando porque su negocio era tomado por la guardia bolivariana. Esta es la historia: En El Tigre, la mayor tensión se presentó en los alrededores del comercio Los 777, ubicado en la avenida Miranda. Allí, desde el sábado, la Guardia Nacional Bolivariana tomó las instalaciones. Después de cuatro días, los efectivos militares, junto con funcionarios del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios y Superintendencia Nacional de Costos y Precios), Seniat y Comisión Presidencial ordenaron, a las 12:00 del día, abrir las puertas del negocio, mientras socios, familiares y trabajadores protagonizaron escenas de llanto y dolor. “Yo prefiero que la gente entre y nos saquee, nos sale más barato. ¡Por Dios, esto es un irrespeto, es nuestro dinero. No me dejen sin nada!”, expresó el hermano del dueño de la tienda, Hakim Riffai, entre lágrimas y gritos.
Muchos que visitan este espacio son jóvenes y seguramente no recuerdan, o no habían nacido cuando lo de Ceaucescu. El dictador comunista fue depuesto, capturado, procesado y ejecutado al ser encontrado culpable de daño a la economía nacional, enriquecimiento injustificable y uso de las fuerzas armadas en acciones contra civiles.
El siguiente es un vídeo de aquellos hechos históricos (algunas escenas son algo crudas):
