Ayer en la tarde una neblina espesa cubrió el valle de la ciudad de Guatemala. Vino de la Costa Sur y se movía rápido. A ratos dejaba pasar rayos de sol, sobre todo hacia el Norte antes de que llegara allá lo más denso del fenómeno. Con la neblina se acentuaron el frío y la humedad que ya había traído la lluvia. Fue una tarde sabrosa para te y champurrada con jalea de membrillo.