Agustín Aspiunza falleció hoy en la mañana. Agustín fue párroco en Panajachel desde que yo tengo memoria, hasta hace una década, quizás. Lo recuerdo siempre amable y paciente con mis confesiones absurdas de niño y con mis conversaciones de adolescente. Yo tenía la dicha de compartir la mesa de desayuno con él, de cuando en cuando. Y para esas ocasiones casi siempre llevaba pan, en un morral. Y aquellas conversaciones siempre eran amenas y culturizantes. Casi nunca eran de religión; y casi siempre eran de sus experiencias en pueblos y caminos, a mí me gustaba sacarle historias. Allá andaba él en su moto, con sus chumpas gruesas y su casco, haciendo su trabajo en Panajachel y sus alrededores. Aveces andaba en un jeep viejón pero de esos jeeps buenos que aguantan con todo.
Hace unos años hizo su trabajo en Santa Teresa y en Montecarmelo. Y la última vez que lo ví -de lejos- fue una día que andaba detrás de la procesión de su parroquia.
Agustín Aspiunza fue un amigo leal de mi bisabuela Mami, de mi tía Adelita y de mi familia, desde siempre. Y siempre pensé que era un cura cool.
La foto se la tomé en una boda, en septiembre de 1983.