Muchacha no seas coqueta, cásate con un policía; así decía una canción llamada El tambor de la alegría, que se escuchaba en mi casa cuando yo era muy niño. Y de eso me acuerdo cada vez que leo noticias como esa de que un grupo de policías nacionales civiles se dedicaban a secuestrar personas y a robarles su dinero. El grupo operaba desde junio de 2011 e interceptaba a personas cerca de casas de cambio ubicadas en la zona 1 y 4. Puedes ver el vídeo, aquí.
También me acuerdo de un libro de Primer grado de primaria en el que se veía a un niño frente a un policía; y el texto recomendaba que si uno se perdía, lo mejor era acercarse a un agente y pedirle ayuda.
¡Que ironía!, ¿o no?