El Ministerio de Finanzas Públicas trasladó Q100 millones al Crédito Hipotecario Nacional y prevé erogar otros Q50 millones más para mejorar la posición patrimonial de ese banco estatal. El CHN ha sido arca abierta para pipoldermos desde hace añales. Políticos y funcionarios -así como particulares- se han beneficiado de esa piñata a costa de los tributarios. Como siempre.
A modo de ejemplo: En 2003 la administración de Alfonso Portillo impulso la absorción del Banco del Ejército y del Banco de Nororiente, peraciones que se estima que les costaron a los tributarios más de Q400 millones.
Ese dinero, que le es quitado a los tributarios, no se usa para los fines que quiseran sus legítimos propietarios; y una vez en manos de los pipoldermos es maladministrado, desperdiciado, o desaparecido.