Ni el estado benefactor corporativo, ni el mercantilismo o crony capitalism son las mejores formas de dejar atrás una crisis, de forma sana. Ahora que Grecia se hunde y que España está por involucrarse en un festival de rescates de banqueros, Islandia nos da una lección:
En 2007, Islandia era el país pequeño que es ahora, poco poblado y con un alto grado de estado benefactor. Cuatro pequeños bancos operaban en el interior del país. Poco a poco se fue permitiendo privatizar ciertos recursos, se facilitó la especulación bancaria. Se abusó de la vivienda como recurso de inversión, llegó el boom inmobiliario y con él, la concesión de créditos sin límite. En 2008, fueron nacionalizados los tres mayores bancos y su deuda pública empezó a multiplicarse. Un año después, el Parlamento acordó devolver la deuda a Gran Bretaña y Holanda, sus principales acreedores bancarios. Cada familia islandesa debía pagar 3,500 durante 15 años al 5,5 % de interés. Aumentaron las protestas sociales y se convocó un referéndum en el que se decidió rebajar el interés al 3% y aumentar el periodo de pago a 37 años. Finalmente, Islandia tuvo que pedir un rescate internacional del FMI que le obligó a acometer importantes ajustes económicos.
Pero, ahí empieza la diferencia: el gobierno islandés no les dió ni una sola corona de los tributarios a los banqueros. Los dejó quebrar.
A Islandia aún le quedan asuntos por resolver, pero está en el camino de conseguirlo. Su deuda pública sigue suponiendo el 100% del PIB y tiene una importante deuda privada, la inflación no está del todo estable y, aunque pagó anticipadamente de 339, 2 millones al FMI, aún le queda parte del préstamo por devolver. El mismo órgano acaba de publicar su última revisión sobre el estado de Islandia y las previsiones dicen que este año su economía crecerá un 2,4%, con un consumo privado tirando al 3% y compensando la caída de la inversión pública fruto de las medidas de austeridad.
Los tribunales escandinavos juzgaron al ex primer ministro Geir Haarde como parte responsable en la crisis financiera . Y este fue el único proceso judicial abierto ¡en el mundo! contra un político por su presunta implicación en una crisis económica. El ex primer ministro negó todos los cargos, claro. Finalmente fue exculpado de tres de los cuatro cargos que se le imputaban aunque se le condenó por violar la ley de responsabilidad de los ministros.
Islandia también sentará en el banquillo de los acusados a la directiva del Kaupthing Bank. El presidente y el consejero delegado de la entidad, fueron acusados junto a otros de fraude y manipulación por la Fiscalía Especial de Islandia, en el marco de sus investigaciones sobre el colapso de la banca islandesa en 2008.
Y, ¡sorpresa!, Islandia está levantando cabeza. Los islandeses tiraron por el caño el manual convencional para lidiar con las crisis económicas y no pusiaeron la basura bajo la alfombra. Yo digo que hay que darle seguimiento al caso islandés y aprender de él. No de Grecia, no de España, no de Europa continental.
Me gusta vuestro escrito, pero no encuentro mucha profundidad en el.
Encuentro mas profundo este:
http://revista.libertaddigital.com/el-nada-ejemplar-rescate-islandes-1276238909.html
Que al final deja la sensación clara que de verdad, de ejemplar, Islandia nada.
Saludos!