La primera vez que supe de la existencia de las mantis religiosas fue en un capítulo de la serie setentera Kung-fu; y nunca vi una hasta ca. 1979 en la casa de San Lucas Tolimán, de mis amigos, Los Lizama.
No recuerdo haber visto otra hasta en 2008; y luego esta que encontré el viernes en la tarde cuando, al llegar a mi oficina, me recibió en el estacionamiento. Esta es muy diferente a la que había visto en San Lucas, a la de hace tres años y a la que ilustra el artículo que está linkeado a esta entrada. Y yo, que no soy fan de los insectos, no puedo sino quedar fascinado por las características y las formas de este personaje.
La foto es por Así es la vida.